
La pasión por el vino riojano tiene en Nathalie Idoria una de sus voces más entusiastas. Sommelier de Bodega La Riojana y bartender, Idoria sostiene que cada copa es una invitación a viajar por aromas, sabores y paisajes. Desde esa convicción, propone acercar al público los secretos del vino y sus infinitas maneras de disfrutarse.
En diálogo con La Red, explicó que la experiencia sensorial comienza mucho antes del primer sorbo: “El consumidor que va a descorchar esta botella tiene que estar preparado para ese viaje y esa explosión de sabores. Hay que poner en juego todos los sentidos: lo visual, lo olfativo y, por supuesto, el gusto”.
Según Idoria, cada varietal cuenta con características únicas. Por ejemplo, el bonarda presenta tonalidades violetas intensas y descriptores como cuero o especias, mientras que el malbec se distingue por sus notas frutales y florales, con un color rubí brillante.
Incluso reveló un dato curioso: existen tintos que se elaboran con apariencia de blancos. Se trata del Blanc de Noir, un vino que se obtiene filtrando el mosto sin dejar reposar la piel de la uva, que es la que aporta el color.
La sommelier también reivindicó al torrontés riojano, cepa insignia de la provincia: “Encontramos flores blancas, peras, durazno… todo eso que da nuestro terroir y que marca la tipicidad de un vino único”.
El carácter del vino riojano
Para Idoria, los vinos de La Rioja poseen un sello distintivo: “Son delicados, frutales, potentes y reflejan la amplitud térmica de nuestros valles. Esa condición genera uvas con más color, azúcar y personalidad en boca”.
En cuanto al paladar, destacó que muchos vinos riojanos presentan un cuerpo medio, que no reseca ni endulza en exceso, y que los más robustos logran esa potencia gracias a su paso por barrica.
“Somos parte de un valle que nos da nombre y nos diferencia. Eso es clave para que nuestros vinos puedan estar presentes en el mundo”, explicó.
Bodega La Riojana viene presentando líneas que buscan conquistar nuevos paladares: Club de Playa, un vino joven y frutal; Tilimuqui, un orgánico amable en boca; y Raza Argentina, que combina calidad y diseño de alta gama.
Egresada de la primera camada de sommeliers de la Universidad Nacional de Chilecito, Nathalie Idoria asegura que comunicar el vino es más que un oficio: “El vino une, es una comunión social y cultural. Para mí es un orgullo llevar la bandera de nuestros vinos riojanos por toda la Argentina y el mundo”.