María relató lo sucedido el fin de semana: “Mi hija de 16 años está embarazada. Decidió irse del lugar en el que convive con su pareja, y él no la dejó. Estando embarazada, la golpeó y casi la mata. Cuando llegó a mi casa llamamos a la ambulancia y nunca llegó. Nos presentamos, con mi marido, en la comisaría séptima y ahí no nos quisieron tomar la denuncia, nos dijeron que tiene que ser en la Comisaría sexta. Ahí tampoco le quisieron tomar la denuncia porque correspondía a la Unidad Fiscal de violencia de género, ahí tampoco se la tomaron porque dijeron que les correspondía a los médicos presentarla a la denuncia.”
“Los médicos nos dijeron que no eran ellos los que debían denunciar porque ella es menor de edad y ellos no son los padres. Mi hija quedó internada en el Hospital en estado delicado, y una doctora nos dio los papeles con su historia clínica para que nos presentemos en la Unidad Fiscal de Violencia de Género. Cuando llegamos nos dijeron que era ella la que tenía que ir personalmente.”
“Logramos, después de mucho insistir, que nos tomaran la denuncia. El agresor sigue en libertad a pesar de las denuncias que hay en su contra. Al momento de ser atacada mi hija, el padre del agresor se encontraba presente y dijo que a él eso no le importaba. A mi hijo y a mi marido los golpearon cuando fueron a reclamarles. Fueron patoteados.”
“Mi hija ya había hecho denuncias por violencia. Incluso yo fui al Juzgado del Menor para traérmela a casa y no me ayudaron. Podrían haber muerto ella y el bebé. Insisto, éste señor sigue libre y nadie hace nada.”