
El juez federal Daniel Herrera Piedrabuena lanzó un contundente diagnóstico sobre el crecimiento del narcomenudeo en La Rioja, advirtiendo que actualmente unas 40 personas se encuentran detenidas por causas vinculadas a drogas en la provincia y que la problemática va mucho más allá del castigo penal.
En diálogo con La Red, el magistrado sostuvo que la situación no es exclusiva de Chilecito, aunque reconoció que la ciudad concentra parte importante de las investigaciones por tratarse de una de las zonas más pobladas de la provincia. “Ha habido un aumento en lo que hace al narcomenudeo. Chilecito no escapa de esa situación porque todo se extiende en lugares de la provincia donde mayor población podamos tener: Chilecito, Chamical, Chepes”, explicó.
Piedrabuena destacó que se ha logrado reforzar el trabajo en terreno con la instalación de una unidad provincial de lucha contra el narcotráfico en Chilecito y con la presencia activa de Gendarmería Nacional, pero subrayó que los recursos siguen siendo insuficientes. “La policía cuenta con recursos, pero no son los suficientes. Hoy se cierra lo que se denomina un kiosco en un barrio determinado, pero ya se está abriendo otro”, graficó.
El juez fue claro al advertir que el abordaje judicial no basta para frenar el avance del narcotráfico, y pidió una mirada integral que contemple la dimensión social, económica y sanitaria del consumo. “El castigo penal no va a resolver el problema. Se necesitan políticas públicas consensuadas, que trabajen en la prevención y el tratamiento de las adicciones. La droga no distingue fragmentos sociales”, afirmó.
En ese sentido, identificó factores estructurales como la pobreza, la falta de oportunidades y la desprotección social como causas que alimentan el consumo y la venta en los barrios. “Podemos sancionar desde la justicia, pero se debe abordar el problema de fondo. Esto no se resuelve solo con encerrar y castigar”, enfatizó.
Consultado sobre los puntos de ingreso de drogas a la provincia, Piedrabuena indicó que La Rioja ya no es solo “zona de paso”, sino que forma parte de los circuitos de consumo. Mencionó como rutas críticas la Ruta 38 y los corredores que ingresan desde el norte argentino, además del uso de mulas y transporte de larga distancia. “Comenzamos el año con dos o tres procedimientos importantes. Hoy transitamos el semestre con resultados que, por un lado, son negativos porque seguimos encontrando drogas. Pero eso también indica que las fuerzas están actuando”, explicó.
No obstante, advirtió sobre las dificultades logísticas y materiales que enfrentan las fuerzas de seguridad para mantener controles sostenidos en todas las rutas, y pidió más recursos, tecnología y vehículos.
La Rioja frente al mapa nacional
Sobre el posicionamiento de la provincia respecto del resto del país, el juez fue enfático: “No podemos estigmatizar a La Rioja. Sí estamos con un problema, pero no estamos por encima ni por debajo de la media. Estamos dentro de una tendencia nacional preocupante”.
Finalmente, hizo un llamado a la responsabilidad compartida de toda la sociedad: “La mayor fuerza que tenemos es la familia. Hay que hablar en casa. El mensaje debe ser claro: la droga mata, destruye vínculos, trabajos, vidas. Todos podemos hacer algo, desde el Estado, los medios, las empresas, hasta cada ciudadano”, concluyó.