El Gobierno y el Fondo Monetario Internacional alcanzaron un acuerdo técnico para reformular el programa vigente. Massa afirmó que permitirá al Banco Central “intervenir en situaciones de turbulencia” y recordó que el país está “renegociando su deuda, producto de una política pésima del gobierno anterior”.
En cuanto a los tiempos para lograr el desembolso de US$ 7.500 millones, el Fondo precisó que “el acuerdo está sujeto a la implementación continua de las acciones de política acordadas y la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que se espera se reúna en la segunda quincena de agosto”.
Massa, en tanto, espera que lleguen durante la tercera semana de agosto, expresó este viernes durante su encuentro con la prensa en San Juan.
De esta forma, el ministro Massa y su equipo lograron reformular las metas del programa, en particular relajar de forma significativa la meta de reservas y adelantar parcialmente el cronograma de desembolsos por unos meses, pese a que no se cumplieron las metas originales, producto de la sequía que azotó la actividad económica del país.
El FMI justificó el acuerdo debido a que “desde la finalización de la cuarta revisión el 31 de marzo, la situación económica de Argentina se ha vuelto muy desafiante debido al impacto mayor al previsto de la sequía, que tuvo un impacto significativo en las exportaciones y los ingresos fiscales”.
En este contexto, la evaluación arrojó que “los objetivos clave del programa hasta finales de junio no se cumplieron debido al impacto mayor de lo previsto de la sequía, así como a los deslices y retrasos en las políticas”.
De esta forma, acotó, “se acordó un paquete de políticas con un conjunto secuenciado de medidas para reconstruir las reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal, al tiempo que se protege la infraestructura crítica y el gasto social” para fortalecer el programa.
“Dado este contexto, las discusiones se centraron en llegar a un acuerdo sobre un paquete de políticas para reconstruir las reservas y mejorar el orden fiscal; salvaguardar la estabilidad y abordar los desequilibrios subyacentes (alta inflación y baja cobertura de reservas) son fundamentales para asegurar un crecimiento más sostenible, resiliente e inclusivo a mediano plazo”, añadió.
El Fondo precisó que se alcanzó un acuerdo en tres áreas clave, que tienen que ver con la política monetaria, fiscal y acumulación de reservas.