El sistema de etiquetado frontal de alimentos, conocido por los distintivos octógonos negros que alertan sobre excesos de azúcar, grasas o sodio, experimentará modificaciones significativas tras una reciente actualización impulsada por el Gobierno. Estos cambios flexibilizan las normas vigentes, lo que permitirá que muchos productos dejen de exhibir estas etiquetas, un ajuste que ha generado tanto apoyo como críticas en diversos sectores.
El cambio principal se centra en cómo se evalúan los nutrientes críticos. Ahora, solo se considerarán aquellos que se añadan durante el proceso de elaboración, excluyendo los que son intrínsecos al alimento. Por ejemplo, en las mermeladas, el azúcar natural de las frutas ya no será incluido en el cálculo, y solo se tomará en cuenta el azúcar añadido.
Además, se permitirá destacar beneficios nutricionales no relacionados con los nutrientes críticos señalados. Por ejemplo, un queso con exceso de sodio podrá resaltar su contenido de calcio, algo que anteriormente no era posible.
La implementación será progresiva, ya que las empresas adaptarán sus envases conforme se agoten los actuales. Se espera que los primeros productos con menos sellos lleguen a las góndolas entre finales de febrero y principios de abril, dependiendo del ritmo de producción.
Productos beneficiados por los cambios
Algunas categorías de alimentos se verán especialmente favorecidas por esta nueva normativa:
- Quesos: Muchos perderán el sello por grasas al considerarse naturales de la leche. También podrán destacar su aporte de calcio y vitaminas.
- Yogures: Aquellos que usen edulcorantes en lugar de azúcar añadida quedarán libres de sellos y podrán resaltar beneficios como el calcio.
- Mermeladas: Al excluir el azúcar natural de las frutas, varias marcas no cumplirán con los criterios para llevar octógonos.
- Jugos de frutas: Los que contengan pequeñas cantidades de azúcar añadida también se beneficiarán.
- Jamones: Algunos podrían perder el sello de grasas si cumplen con los límites de sodio.
- Barras de frutos secos: Si no tienen grasas añadidas, quedarán libres de etiquetas y podrán destacar los beneficios de las grasas naturales.
Revisión del sello “exceso de calorías”
El octógono por “exceso de calorías” será menos frecuente bajo las nuevas disposiciones. Solo se aplicará si el producto también tiene sellos por azúcar, grasas totales o saturadas, y supera las 275 kcal por cada 100 gramos. Esto podría excluir de la advertencia a alimentos con alto contenido calórico pero sin otros nutrientes críticos en niveles elevados.
Reacciones ante los cambios
La actualización ha generado debate entre quienes apoyan la medida por su flexibilidad y quienes alertan sobre posibles riesgos para la salud pública. Mientras unos celebran la posibilidad de un etiquetado más “realista”, otros temen que se pierda la claridad que el sistema ofrecía desde su implementación en 2022.
A medida que los cambios comiencen a reflejarse en las góndolas, será clave que los consumidores revisen los valores nutricionales detallados para tomar decisiones más informadas.
Fuente: Ámbito Financiero