“De no hacerlo es imposible sostener el servicio” dijo a Radio La Red José Luis Sarasola, gerente de operaciones de la empresa.
El funcionario precisó que “la actualización fue en un promedio de $1000 correspondiente a cada usuario. En un marco de valores de inflación tan altos como los que tenemos, es imposible que los servicios no suban y teniendo en cuenta que el servicio de agua es el más delicado para toda la vida de las comunidades”, indicó.
Sarasola explicó que la tarifa estuvo congelada durante mucho tiempo. La decisión fue definida a nivel provincial de acuerdo a los valores de inflación tan altos: “Partimos de un valor muy bajo comparado con cualquier otro servicio: energía eléctrica, internet o cualquier otro producto”.
Actualmente en la provincia 40 mil usuarios tienen medidores sobre un total de 85 mil, lo que corresponde a casi un 50%.