
Leticia Palacios, oftalmóloga de Crecer Sano habló del impacto de las pantallas en la visión infantil y alertó que de cada tres niños que presentan problemas de aprendizaje uno es porque tiene problemas en la visión.
Al respecto la especialista indicó que “Se estima que uno de cada tres niños con trastornos de aprendizaje puede tener problemas de visión no detectados. Un niño con miopía que no usa lentes y se sienta en la última fila del aula puede tener dificultades para seguir las consignas y concentrarse en clase”.
Es crucial prestar atención a la salud visual de los niños, especialmente durante los primeros años de vida, ya que el ojo aprende a ver hasta los 8 años. A su vez la especialista destacó que “si no se corrige a tiempo, un niño con problemas de visión puede desarrollar ambliopía, también conocida como «ojo vago», lo que dificulta su capacidad de aprendizaje”.
En tanto, Palacios sostuvo que “según la Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil, se recomienda que los niños menores de dos años no utilicen pantallas. El uso excesivo de pantallas puede provocar un crecimiento acelerado del ojo, lo que aumenta el riesgo de desarrollar miopía”.
“La detección temprana y la corrección adecuada de los problemas de visión son fundamentales para garantizar el desarrollo visual y el rendimiento académico de los niños. La colaboración entre padres, docentes y profesionales de la salud visual es esencial para abordar esta problemática”, subrayó la especialista.
En este punto, la profesional resaltó que “lo que provoca las pantallas es que el ojo tenga un crecimiento acelerado. Y si recién dijimos que un ojo grande tiene un diagnóstico de miopía, si los chicos tienen un uso demasiado de pantallas, el ojo va a crecer mucho más y van a necesitar lentes porque van a desarrollar una miopía”.
“El ojo aprende a ver hasta los 8 años. Por eso nosotros siempre hacemos hincapié en los niños de primer grado. Si no lo corregimos hasta los 8, 9, 10 años, el niño corre el riesgo de desarrollar una patología que se llama ambliopía. La ambliopía es un ojo vago, es un ojo que no aprende a ver porque no tiene la corrección adecuada”, sostuvo.
Al finalizar recordó que “si el niño no ve, no tiene la capacidad de aprender. De tres niños que tienen trastorno de aprendizaje que pueden ser por diversas patologías uno es porque no tiene un buen desarrollo de la agudeza visual, un niño que tiene miopía que no usa lentes, que ve mal de lejos y que no se detectó en la casa y no se pudo detectar en la escuela y además se sienta en la última fila es un niño que no va a completar con las consignas que la maestra le indique son niños que deambulan en los ambientes cerrados se ponen a conversar y pierden la capacidad de concentración”.