La jueza de Menores Alicia Valdéz explicó cómo actúa la justicia riojana ante las denuncias vinculadas a situaciones de bullying que involucran a niñas, niños y adolescentes. En ese marcó destacó el crecimiento de estos casos en los últimos años y la importancia del trabajo articulado entre las instituciones educativas, la Dirección de Niñez y Adolescencia y la Secretaría Penal Juvenil.
“Las temáticas relacionadas al bullying nos ingresan principalmente a través de la Dirección de Niñez y Adolescencia, cuando desde las escuelas se informa sobre alguna vulneración de derechos. Si se decide aplicar una medida de protección, se nos remite para el control de legalidad”, explicó Valdéz.
Otra vía de ingreso, agregó, se da “cuando los padres consideran que la situación es grave o que sus hijos corren peligro, realizan una denuncia policial y el caso llega por la Secretaría Penal Juvenil”.
El Juzgado de Menores, al ser especializado en niñez y adolescencia, concentra este tipo de actuaciones. Si bien la magistrada aclaró que no hay cifras exactas sobre la cantidad de denuncias, señaló que el número “ha ido en aumento”. De todos modos, remarcó que el bullying no debe ser penalizado, ya que su abordaje corresponde en primer término al ámbito escolar.
“Como criterio institucional, recibimos las denuncias, les damos trámite, pero no como instrucción penal juvenil, sino para solicitar a la escuela que realice el abordaje correspondiente. Evaluamos si la gravedad amerita medidas de protección entre los adolescentes, que se aplican dentro del establecimiento y se notifican a la institución”, indicó.
Según la jueza, la mayoría de los casos se resuelven dentro de la escuela, con intervención de los equipos educativos y la Dirección de Niñez. “Solo una menor proporción deriva en el juzgado, mientras que los padres suelen recurrir primero a la denuncia policial como forma de resguardo o reclamo”, explicó. Valdéz destacó además la importancia del trabajo interinstitucional para abordar la problemática
