Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Este año el lema es “Amamantar y trabajar: ¡hagamos que sea posible!”.
Innumerables son los beneficios de la leche materna, ampliamente difundidos por científicos y especialistas, pero aquí vamos a recordar algunos de ellos.
“La principal importancia de la lactancia materna es que es un gran facilitador del vínculo mamá-bebé, además de ser el alimento perfecto”, asegura Constanza Romano Latorre, puericultura y especialista en crianza. La leche materna es segura y limpia y contiene anticuerpos que protegen de muchas enfermedades propias de la infancia. Además, suministra toda la energía y nutrientes que una criatura necesita durante los primeros meses de vida.
Sus beneficios a largo plazo son incontables. Los niños por ejemplo tienen menos probabilidades de padecer, cuando sean grandes, enfermedades crónicas como obesidad o diabetes. Para decirlo de una manera más clara la especialista explicó en diálogo con La Red, que “el futuro adolescente, va a ser un joven y un adulto más sano, y eso repercute en una sociedad más sana”.
No hay que olvidar que también existen beneficios para la madre, como la prevención del cáncer de mama y de ovario; y también beneficios ambientales y sociales al reducir considerablemente la contaminación ya que no produce residuos ni grandes gastos energéticos como sí sucede con la industria láctea.
Pero atención aquí, Romano Latorre aclaró que “no hay que impulsar la lactancia como un fanatismo”, sino siempre respetando y acercando información fidedigna para que la persona pueda decidir libremente. El ojo juzgador tiene que ser dejado de lado porque la lactancia no es tarea sencilla y quienes deciden no hacerlo o simplemente no pueden, no son ‘menos madre’ por ello.
Por una sociedad más consciente
“A la mamá se la obstaculiza para amamantar, se la crítica, todos opinan, parece la universidad de mamis, pero si no amamanta también la critican y si quiere volver al trabajo tiene miles de obstáculos”, analizó la puericultura haciendo hincapié en que “sola no se puede” y se necesita de un entorno y de una sociedad consciente y preparada para acompañar en el proceso.
“Si no te apoyan y te critican, no te sentís valorada, y con todo el esfuerzo que está haciendo esa mamá en amamantar con cada gota que saca de su cuerpo, más criar y todo, la verdad que baja un montón la autoestima de esa madre. Por eso es importante que todos estemos involucrados”, recordó.
Teniendo en cuenta el lema 2023 para que amamantar y trabajar sea posible, es necesario conocer los derechos de las personas lactantes:
“Toda trabajadora madre de lactante podrá disponer de dos (2) descansos de media hora para amamantar a su hijo en el transcurso de la jornada de trabajo, y por un período no superior a un (1) año posterior a la fecha del nacimiento, salvo que por razones médicas sea necesario que la madre amamante a su hijo por un lapso más prolongado.”
Ley 20744 de Contrato de Trabajo, art. 179
Además es primordial que los lugares de trabajo cuenten con espacios amigos para la lactancia y en La Rioja solo existen 11.
Otros datos inquietantes son los brindados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), sosteniendo que más de 500 millones de mujeres trabajadoras no cuentan con la protección esencial de la maternidad en las leyes nacionales. Solo el 20% de los países requieren que los empleadores proporcionen a las empleadas descansos pagados e instalaciones para amamantar o extraer leche y esto repercute en que menos de la mitad de los infantes menores de 6 meses de edad puedan ser amamantados de forma exclusiva, como lo recomienda la OMS.
“Hagamos que sea posible” debe ser una invitación para una sociedad más empática y atenta, y en esto las puericultoras cumplen un interesante rol. Romano Latorre a través de su cuenta de Instagram @costi.puericultora brinda información fácil y accesible no solo para quienes se encuentran transitando este camino de la lactancia, sino para la comunidad en general, acentuando la importancia de cuidar las opiniones y palabras que usamos, ofreciendo ayuda y compañía respetuosa.
“Requiere entrega y dedicación, es un trabajo sin recreo la crianza”, reflexionó la especialista.
Entre todos podemos hacer que este desafío constante de amamantar y trabajar, pueda ser posible.