
El papa Francisco murió esta mañana a las 7:35 horas de Roma, según informó el Vaticano. Su última aparición pública había sido tan solo poco tiempo antes, cuando participó de la misa de Pascuas desde el balcón de la basílica de San Pedro.
En silla de ruedas y sin las cánulas nasales para el oxígeno, Jorge Bergoglio realizó la tradicional bendición “Urbi et Orbi”, donde hizo un contundente llamamiento por la libertad religiosa como condición indispensable para la paz en el mundo.
“No puede haber paz sin libertad de religión, libertad de pensamiento, libertad de expresión y respeto por las opiniones de los demás”, afirmó el sumo pontífice. La declaración fue realizada ante unos 35.000 fieles congregados en la plaza.
En ese sentido, hizo “un llamamiento a cuantos tienen responsabilidades políticas a no ceder a la lógica del miedo que aísla, sino a usar los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y promover iniciativas que impulsen el desarrollo”.