La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) registrado al menos 163 despidos en La Rioja desde el inicio del año, una cifra que podría ser mayor dado que no todos los trabajadores afectados están afiliados al gremio. Este escenario se enmarca en un contexto nacional más amplio, con 2300 cesantías registradas recientemente, de las cuales tres corresponden a la provincia.
Alfredo Arana, responsable de ATE, señaló en Radio La Red que estos despidos “seguirán como una agonía permanente de los trabajadores por la incertidumbre que generará cada 90 días conocer si la gente seguirá o no teniendo empleo”. Arana subrayó que la mayoría de los afectados son empleados con más de 10 años de antigüedad, lo que hace que los despidos sean percibidos como especialmente injustos.
Los despidos en La Rioja no se limitan a un sector específico. Arana denunció el cierre del centro de referencia del Ministerio de Capital Humano, afectando a trabajadores con contratos que no serán renovados, como el caso de una empleada notificada recientemente sobre la no renovación de su contrato en julio.
Arana criticó duramente la política del gobierno nacional, acusándolo de actuar con “desconocimiento y desprecio”. Afirmó que se modificado la normativa para permitir revisiones contractuales bimestrales, lo que somete a los trabajadores a una constante incertidumbre laboral. “La visión con la que ha entrado esta gente es totalmente unitaria y antiestado, por el lado desde el desconocimiento y el desprecio han destruido todo y es algo que hay que frenar”, enfatizó.
Desde ATE, se coincide en que estas medidas no solo perjudican a los empleados, sino que también afectan la presencia del Estado en las provincias, reduciendo su capacidad operativa y eliminando derechos laborales conquistados durante años. Arana concluyó haciendo un llamado a frenar estas políticas cambiantes que ponen en riesgo la estabilidad laboral y la continuidad de los servicios públicos esenciales.