
Desde la última semana de mayo, los centros de salud han registrado un incremento sostenido de consultas por enfermedades respiratorias, especialmente por cuadros de influenza y neumonía. Salomé Ranalli directora de epidemiología confirmó que además se reportó un aumento en la ocupación de camas hospitalarias destinadas a pacientes con cuadros neumónicos.
“Desde junio en adelante, los estudios de laboratorio han permitido determinar que el virus que actualmente predomina es la influenza A, conocida comúnmente como gripe A”, explicó la especialista. Si bien se han detectado algunos casos aislados de virus sincicial respiratorio (VSR), el brote de COVID-19 que se registró con mayor fuerza durante el mes de abril ha disminuido notablemente. El último caso confirmado de COVID-19 en estos pacientes se reportó en mayo».
Frente a este panorama, se recomienda a la población extremar las medidas de prevención, especialmente en los meses invernales, cuando la circulación de estos virus suele extenderse hasta septiembre. La principal herramienta de prevención sigue siendo la vacunación. “Sabemos que estos virus —COVID-19, influenza A y virus sincicial respiratorio— pueden prevenirse mediante vacunas”, remarcó.
Actualmente, la vacuna contra el COVID-19 se aplica en una dosis anual, al igual que la vacuna contra la influenza. En el caso del virus sincicial respiratorio, la vacunación está destinada principalmente a embarazadas que se encuentren entre la semana 32 y 36 de gestación, permitiendo así la transmisión de anticuerpos al bebé y protegiéndolo durante sus primeros meses de vida.
Además de la vacunación, se insiste en la importancia de las medidas de cuidado personal. “El aislamiento ante la presencia de síntomas respiratorios es clave para evitar el contagio. Si por alguna razón la persona no puede quedarse en su domicilio, es fundamental el uso del barbijo, especialmente en lugares cerrados o de poca ventilación, para proteger al resto de la población”, subrayó la profesional.
Cabe destacar que las autoridades sanitarias continúan con la vigilancia epidemiológica, tanto a nivel de consultas médicas como de los análisis de laboratorio, para monitorear el comportamiento de estos virus durante la temporada invernal.