El abogado de la familia Nicolás Azcurra habló sobre los testimonios de las autoridades policiales de aquel momento. "Las declaraciones fueron contundentes sobre la capacitación que tuvieron los instructores, eso lejos de beneficiarlos, por el contrario, los perjudica, porque con mayor preparación más responsabilidad tienen, creo que eso marca el dolo con el cual actuaron. Conocían las consecuencias físicas de lo que le estaban haciendo a los cadetes", afirmó en La Tarde de La Red.
El joven cadete Emanuel Garay falleció en febrero de 2018 a consecuencia de un entrenamiento extremo al que fue sometido en la Escuela de Cadetes de la Policía. Por la muerte del cadete hay ocho policías imputados pero ningún funcionario de los que en ese momento estaban a cargo de las fuerzas de seguridad y de las áreas gubernamentales competentes.
La carátula de la causa es, para los instructores de los cadetes varones, homicidio doblemente calificado por ensañamiento, ejercicio abusivo del cargo policial, lesiones doblemente calificadas e incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad.
En tanto, a las instructoras de las cadetes mujeres se las imputa por lesiones doblemente calificadas, ejercicio abusivo del cargo policial, incumplimiento de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad.