Las mujeres fueron partícipes claves pero invisibilizadas en el relato histórico. Se trata de la única mujer que figura con nombre y apellido en el Monumento a la Bandera de la ciudad de Rosario. Griselda Tarragó historiadora, según reprodujo la cartera de Cultura Nacional, destacó el rol de la mujer en la construcción de la historia nacional y su reivindicación en estos últimos años.
Cabe destacar que el 20 de junio de 1820 muere en Buenos Aires Manuel Belgrano, creador de nuestra bandera nacional. En su memoria se establece el Día de la Bandera. La fecha fue decretada por ley 12.361 del 8 de junio de 1938, con aprobación del Congreso, por el entonces presidente de la Nación Argentina, Roberto M. Ortiz.
La historiadora Griselda Tarragó investigadora y docente universitaria en la Universidad Nacional de Córdoba y en la Universidad Nacional de Rosario. Se dedica a estudiar el periodo colonial y revolucionario de nuestra historia.
Tarraogó en una nota brindada a la secretaria de Cultura de La Nación analizó el rol de la mujer en el contexto histórico en el que se enmarca la creación de nuestra bandera y reflexiona acerca de cómo, durante los últimos años, se comenzó a visibilizar el rol de las mujeres que fueron protagonistas en la construcción de nuestra nación.
En este sentido, destacó que “la figura de María Catalina Echevarría de Vidal nos enseña cómo se consideró la acción de las mujeres en el proceso revolucionario. Vivió en Rosario, la crió la familia de Pedro Tuella, dueño de un comercio de ramos generales donde también había telas”.
“Al momento de la creación de la bandera María Catalina ya estaba casada y vivía en el sector cercano al actual Monumento a la Bandera, la Catedral, lo que era el centro más importante del poblado de Rosario”, agregó.
Además contó que “su hermano, Vicente de Echeverría, fue un abogado prominente y muy activo en el proceso revolucionario, amigo personal de Belgrano. Lo que sabemos de esta mujer nos llega casi, estrictamente, por la tradición oral. Su figura aparece diluida en el contexto del ámbito doméstico, como una niña que ha quedado huérfana y es criada por una buena familia, para que tenga un buen matrimonio”.
“Me parece importante que estos últimos dos años se la haya recuperado desde ese olvido o desde ese lugar difuso, porque formó parte de un proceso muy importante y nadie, ni siquiera el mismo Belgrano, se ocupó de dejar constancia de este acto patriótico que implicaba también un compromiso con la Revolución”, dijo la historiadora.
Del mismo modo comentó que “la tradición dice que Catalina tomó del establecimiento de Pedro Tuella las telas, una azul celeste, la otra blanca y cosió esos dos paños que conformaron la primera bandera que identifica a la patria naciente. La imagen de Catalina está invisibilizada porque no tenemos muchos recursos documentales acerca de que esto haya sido así. Por otra parte, a ella le tocó coser la bandera, que era una función claramente femenina en ese mundo de la casa”.
“Si se piensa que ella era hermana de Vicente, que Belgrano pasa por Rosario, está todo el proceso de construcción de las baterías Libertad e Independencia, está con el ejército, Belgrano la conoce porque es la hermana de su amigo, el núcleo de población era muy pequeño, entonces Catalina obviamente debe haber escuchado, participado, hablado con Belgrano”, sumó.
Al finalizar resaltó que “en el Monumento hay un mural que la recuerda, casi desde el lugar de las especulaciones estrictas, entregando ella misma esa bandera a Belgrano. También hay un vitral en la Catedral donde está recuperada en el momento en el que se iza por primera vez la bandera. Son esencialmente tradiciones y eso ha dado lugar a mucha polémica en el sentido que no contamos con un expediente militar, escrito, que diga que ella fue la que se encargó de coser la bandera”.