En la noche de este miércoles se produjo un incidente en la Universidad Nacional de La Rioja, con alumnos que denuncian que la Policía Federal no nos dejo salir del rectorado.
El estudiante, Daniel Iñigo, dialogó con Salí con La Red, para comentar lo sucedido. Luego de una asamblea de alumnos del departamento académico de Humanidades, que se reúnen semanalmente desde hace casi dos meses, para definir las acciones a seguir en repudio a un convenio que pretende implementar la UNLaR.
El alumno contó que semanas atrás se reunieron con el Consejo Directivo del departamento para pedir la derogación de un convenio que pretende: “Un plan de equivalencias para los egresados de los terciarios, de Letras y de Historia, que les reconoce entre el 75 y el 85 por ciento de equivalencias, aún cuando en la comparación de contenidos ellos ven menos de la mitad de los contenidos de que se ven en la universidad. Este convenio ni siquiera había sido discutido con los propios docentes que iban a tener que firmar las equivalencias, ni siquiera estaban enterados. Se había pasado por toda autonomía de cátedra”, explicó.
Iñigo dijo que el objetivo de esta clase de convenio es para que los estudiantes terciarios, luego puedan cursar posgrados universitarios que son pagos.
Sin embargo, los estudiantes habían logrado que desde el Consejo Directivo del departamento de Humanidades rechazaran el convenio que ya había sido aprobado. “Desde entonces no habíamos logrado que la derogación se haga efectiva”, precisó.
"Nunca tuvimos la intención de tomar el Rectorado… Solamente hicimos una protesta, ellos intensificaron las provocaciones, nos insultaron", relató un estudiante.
Por este motivo, luego de una asamblea, un grupo de 30 estudiantes fueron hasta las oficinas del Rector de la UNLaR, Fabián Calderón, para pedir que no se continúe adelante con el convenio. El estudiante relató que pidieron una reunión con Calderón, pero les informaron que estaba ocupado y ellos respondieron que esperarían hasta poder mantener un dialogo. “En eso sale el secretario privado del Rector para decirnos que el Rector no nos iba a atender y que el convenio no se bajaba. A nosotros nos llamó mucho la atención porque la decisión de que el convenio se baje había sido votada unánimemente por el Consejo Directivo de Humanidades. Le respondimos que la decisión de derogarlo o no es del Consejo Superior y el secretario nos reiteró que el convenio no se bajaba”.
“En la universidad no existe el cogobierno. Ellos estaban evidenciando que el Rector toma las decisiones en la universidad sin la necesidad de esperar que sesionen los Consejos Directivos y el Superior, porque él nos decía que el convenio no se bajaba, pasando por encima de la votación del Directivo de Humanidades y pasando por encima de un Superior que no sesiono”, denunció.
Ante este panorama los alumnos insistieron más para ser atendidos. “Hubo provocaciones del secretario privado e iniciamos una protesta en la misma oficina del rectorado, con palmas, haciendo ruido, pidiendo que el rector nos atienda. Todo pacíficamente. Nunca tuvimos la intención de tomar el Rectorado… Solamente hicimos una protesta, ellos intensificaron las provocaciones, nos insultaron y llamaron a la Policía Federal, que se puso afuera de la oficina del Rector.
Ya con la presencia de la Policía, Calderón, finalmente accedió a dialogar con los alumnos. “Cada uno expuso su punto de vista de todo esto. Él nos expresó que el convenio no se bajaba, que iba a seguir con esa política, nosotros le discutimos y cuando creíamos que estaban agotadas las instancia de dialogo decidimos retirarnos y nos damos con un operativo de la Policía que inmediatamente bloque la puerta para no dejarnos salir, sin aclararnos por qué”, relató Iñigo.
“En todo esto el Rector se fue, habiendo visto esta situación, no intervino. “Mimi” (Malvina) Vilte, nos ofreció irnos por otra puerta, de la cual ella tenía llave, nos abrió e inmediatamente vino la Policía y nos golpeo empujó, también nos impidieron salir por esa puerta. Nos bloquearon las puertas por 45 minutos, sin explicación. Fue una detención ilegal, sin orden judicial. Luego llegó el jefe del operativo diciendo que no nos podíamos retirar por destrozos en la universidad. Eso es falso, no hicimos destrozos en la universidad. Le pedimos que nos muestre la orden judicial y no la tenía. Alrededor de una hora después pudimos salir”, finalizó el relato el alumno.
Finalmente se llevará a cabo una asamblea este viernes para discutir e informar lo sucedido, el accionar de la Policía Federal y para definir un plan de lucha para obtener la derogación del convenio.