<div style="text-align: justify;">"Hemos encontrado un montón de obstáculos y cuestiones dudosas, hace dos o tres años que el expediente estaba en condiciones de ser elevado a juicio y cuando les tocaba resolver a los jueces se inhibían con motivos que no eran lo suficientemente valederos como para plantear la inhibición. Pasaron 13 jueces y juezas por la causa y actualmente estamos en la misma situación. Al no haber jueces que puedan hacerse cargo se ha determinado llamar a los co-jueces que serían abogados del Foro local para que integren el Tribunal", agregó la abogada.</div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Asimismo resaltó que " si bien se elevó el expediente a juicio todavía no se puede integrar el Tribunal que va ser el encargado de juzgar a Paul Waidatt. Las novedades que tenemos es esa, que a los abogados que se van llamando se van inhibiendo, va pasando el tiempo y el expediente".</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">En tanto, Cordero sostuvo que "Paul Waidatt está acusado de homicidio con dolo eventual manejaba a 119 kilómteros por hora y 1.38 tenia de alcohol en sangre. Ahora lo estamos buscando son jueces que integren el Tribunal que los juzgarían a Waidatt pero no conseguimos jueces. Esto es una lotería, vamos a seguir luchando como familia pero estamos muy cansados de encontrarse con todas estas cuestiones que lo único que hacen es favorecer al imputado y procesado". <br></div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><b>Sobre el caso </b></div><div style="text-align: justify;">Ocurrió en la localidad de Chilecito, provincia de La Rioja. Paul Waidatt, el acusado, está procesado por homicidio con dolo eventual y en libertad. Temor en la familia de la víctima porque la causa prescriba</div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">“Charly” Cordero Robles tenía 26 años, era gestor automotor, estudiaba administración de empresas y era cinturón negro e instructor de taekwondo. En la madrugada del 24 de mayo de 2015 había ido junto a sus amigos al boliche Club Treo, ubicado sobre la ruta 12, a unas 15 cuadras del centro de Chilecito.</div><div style="text-align: justify;">Paul Waidatt había ido esa misma noche a Club Treo. Varios testigos lo recuerdan porque tenía un yeso en el brazo izquierdo y estaba muy borracho. Declararon que balbuceaba, que no tenía coordinación. Uno dijo estuvo a los empujones con dos chicas, otro comentó que casi se pelea en dos ocasiones, primero cerca de los baños y después en el primer piso del local; y una tercera persona contó que lo vio a punto de trenzarse con otro joven en el estacionamiento, cuando terminó el baile.</div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">De acuerdo al relato de un cuidacoches, antes de retirarse en un modelo viejo de un Audi A6 Waidatt embistió dos veces el alambrado perimetral del estacionamiento. Y partió hacia el centro de la ciudad por la ruta 12. Una pericia arrojó que al momento del accidente el joven circulaba a entre 119 y 127 km/h, en una zona en la que -según la querella- rige la velocidad máxima de una zona urbana. A pesar de que el yeso le disminuía la capacidad de maniobrar, a unos 500 metros del boliche quiso sobrepasar a un vehículo, pero lo chocó en la parte izquierda. Finalmente perdió el control del Audi y se fue hacia la vereda de enfrente, por donde caminaban tres amigos, dos de los cuales fueron impactados de lleno: Charly, que salió despedido casi 15 metros y murió unos minutos después, y Sebastián Vergara, que fue gravemente herido.</div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Muchos testigos coinciden en que el conductor se bajó del auto muy alterado y agresivo. Ocho personas declararon que en ningún momento se acercó a las víctimas ni se interesó por ellas. Varios comentaron que repetía frases como “soy Paul Waidatt, nadie me puede hacer nada”. Sucede que su abuelo fue una de las personas más ricas de Chilecito, aunque algunas fuentes consultadas comentaron que sus descendientes dilapidaron la fortuna. La policía tuvo que defenderlo para que no lo lincharan.</div>