Para priorizar el abastecimiento a los hogares, se interrumpió el suministro en estaciones de servicio de GNC en diferentes zonas del país, al tiempo que la demora en una compra de de gas natural licuado (GNL) por parte de la empresa estatal Enarsa generará también cortes en el abastecimiento a grandes industrias, incluso a algunas que tienen contratos no interrumpibles.
La Rioja es otra de las provincias que se sumó a esta iniciativa, junto a Córdoba, Santa Fe y otras. Juan Manuel Brígido, presidente de la Cámara de Expendedores de La Rioja, informó en La Red que las estaciones de servicio han dejado de vender GNC. “En los surtidores de estaciones de servicio sigue saliendo el gas, pero por cada metro de gas que se venda, se multa y se cierra el expendio de gas”, explicó Brígido. La suspensión del suministro es indefinida: “Es hasta nuevo aviso. No tenemos una fecha concreta. Lo cierto es que hay faltante de gas debido a la época del año y cada vez que llegan estas crisis energéticas, se suspende la venta de combustible para uso doméstico”, agregó.
Además de los problemas con el suministro de gas, se anticipa un nuevo aumento en el precio de los combustibles a partir de este sábado. Se estima que las naftas subirán un 20%, mientras que el gasoil podría aumentar entre un 10 y 15%. “Si es cierto ese porcentaje, sería demasiado por los niveles de ventas que tenemos, que vienen cayendo. El mercado no está para un incremento de ese porcentaje, es un golpe al bolsillo muy fuerte”, indicó Brígido.
El impacto de este incremento en los precios del combustible será significativo y afecta directamente a la inflación. “Toda la mercadería en el país se transporta vía terrestre con camiones. Es un porcentaje y un incremento difícil que se aplique”, advirtió Brígido. Con el nuevo aumento, el precio de la nafta súper superaría los $1000 por litro.
Brígido también destacó la fuerte caída en las ventas de combustible, que han disminuido entre un 13 y 20%. “La gente carga cada vez menos combustible”, señaló al subrayar el impacto económico que esta situación tiene en los consumidores y en el mercado en general.
Esta crisis energética y los aumentos en los precios del combustible representan un desafío considerable tanto para los ciudadanos como para la economía local, en un contexto de creciente inflación y dificultades en el suministro de recursos esenciales.