
El relato del “ajuste virtuoso” empieza a resquebrajarse frente a una realidad que golpea el bolsillo. Una nueva encuesta nacional de Zuban Córdoba y Asociados, dirigida por Gustavo Córdoba, muestra que el malestar económico se profundiza y que el miedo, la frustración y la incertidumbre se están convirtiendo en sensaciones cotidianas.
Los números hablan por sí solos. Según los datos, el 65,1 % de los encuestados afirma que su situación económica personal empeoró en los últimos seis meses, mientras que el 54,2% asegura que no le alcanza para cubrir sus necesidades básicas. Los datos surgen de una muestra representativa de 1.400 casos, recolectados del 16 al 17 de julio en todo el país, mediante técnica CAWI (cuestionario estructurado online), con un error muestral de ±2,62% y un 95% de nivel de confianza.
Además la encuesta, refleja que el 64,8% de la población cree que el Gobierno está profundizando la desigualdad social. Y lo que empieza a crecer no es solo la bronca: el 58,3% considera probable que la situación económica derive en cacerolazos o protestas masivas.
¿Y la oposición? ¿Espectadora o protagonista?
Mientras el termómetro social sube, el estudio también explora un dilema que recorre los pasillos de los partidos políticos: ¿qué debe hacer la oposición?
Las respuestas muestran una grieta nítida:
•Los votantes oficialistas creen que la oposición debe “esperar sin confrontar”, “apoyar buenas políticas” o “negociar acuerdos puntuales”.
•En cambio, entre los votantes opositores, el tono cambia:
•El 39,1% cree que deberían unirse para enfrentar a Milei en las elecciones de octubre.
•El 28,4% pide una crítica más dura y movilización callejera.
•El 9,2% reclama una renovación de liderazgos.