Tenía antecedentes y pedido de captura en Río Negro por fugarse en una de sus salidas transitorias. El prontuario penal de Jonathan Luna está bastante sucio por sus escasos 26 años. La Policía de la Provincia ya había estado en la vivienda de Ingeniero White (Bahía Blanca) donde fueron halladas la campera y el celular de Micaela Ortega, pero para ese entonces no existía ninguna vinculación entre la menor y el acusado.
En paralelo, se reforzaban los rastrillajes en descampados y rutas con perros entrenados y allanamientos simultáneos. Cuando la familia y los peritos pudieron desbloquear la cuenta de Facebook de la menor, aparecieron las pistas que condujeron a Luna, quien terminó confesando el crimen y guiando a la Policía hasta un monte en Cerri donde estaba escondido el cuerpo. "Estaba golpeada, con las manos atadas, las piernas cruzadas y con la misma ropa con la que se había ido de su casa", señaló el secretario de Seguridad de Bahía Blanca, Emiliano Álvarez Porte.
Jonathan pensó el ataque y lo planificó. Creó una cuenta falsa de Facebook a través de la que se hizo pasar por una nena y, de esa manera, contactó a Micaela y logró que ella aceptara la solicitud de amistad. Todavía no se conocen detalles de las conversaciones, aunque fuentes del caso dejaron trascender que Micaela se fue ese día con Jonathan pensando que él era el primo de la nena con la que chateaba por Facebook, es decir, engañada.