El director del Hospital de Orán, Fabián Valenzuela, anunció que el establecimiento comenzó a cobrar por los servicios médicos a extranjeros que no residen en Argentina, en un intento por optimizar los recursos y garantizar la atención a los ciudadanos salteños. Esta medida responde a una política que el Ministro de Salud de la provincia de Salta venía trabajando, luego de que, en 2023, la atención a ciudadanos extranjeros en Salta ocupara el 10% del presupuesto total de salud pública.
En dialogo con La Red, Valenzuela señaló que el Hospital de Orán es uno de los centros de salud que más recibe pacientes extranjeros, principalmente de Bolivia. La situación económica del país y el ajuste en el presupuesto hospitalario han llevado a implementar esta medida, priorizando a los ciudadanos locales que financian el sistema de salud a través de sus impuestos.
“La situación económica del país es complicada, y los hospitales no son una isla. Esta medida busca optimizar los recursos para dar prioridad a los salteños”, explicó Valenzuela. Además, el director del hospital confirmó que muchos de los extranjeros que buscan atención lo hacen para recibir tratamientos de alta complejidad que en sus países de origen son muy costosos. “Lo más cotidiano son las consultas por tratamientos de alta complejidad, como neurocirugía, cardiología y oftalmología”, detalló.
En cuanto a la atención de urgencias, Valenzuela aclaró que “si es una urgencia, el hospital atenderá al paciente, sin importar su nacionalidad”, pero para consultas ambulatorias no se ofrecerá atención gratuita a quienes no sean residentes argentinos. La ley provincial 8421, vigente actualmente, establece el cobro de estos servicios a extranjeros. “Hasta que no se derogue la ley o haya otro instrumento legal, nosotros vamos a hacerla cumplir”, afirmó el director, luego de que el cónsul boliviano solicitara la reversión de la medida.
Los valores para los ciudadanos extranjeros se basan en el arancel del Instituto Provincial de Salud, que es la obra social de la provincia. Una consulta tiene un costo de 8.500 pesos, mientras que las internaciones rondan los 250.000 pesos en sala común y los 300.000 pesos en terapia intensiva. Procedimientos más complejos, como una apendicectomía, tienen un valor aproximado de 800.000 pesos.