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El Pontífice, de 87 años, permanece internado en el hospital Gemelli de Roma, donde recibe oxígeno de alto flujo y transfusiones de sangre. Su pronóstico sigue siendo reservado, según el último boletín médico del Vaticano.
El papa Francisco enfrenta una delicada situación de salud tras sufrir una crisis respiratoria asmática prolongada que lo mantiene en estado crítico. Según el último boletín médico difundido por la Sala de Prensa del Vaticano, el Sumo Pontífice requirió la aplicación de oxígeno de alto flujo para estabilizar su condición. Además, los análisis de sangre revelaron trombocitopenia, un descenso en el número de plaquetas, asociada a una anemia, lo que llevó a los médicos a administrarle transfusiones de sangre.
El Santo Padre, de 87 años, permaneció consciente y atento durante la jornada, aunque con mayores dolores en comparación con el día anterior. Pasó gran parte del día sentado en su sillón, bajo supervisión médica constante. Sin embargo, el parte médico advierte que su pronóstico sigue siendo reservado, lo que ha generado una gran preocupación en el Vaticano y entre los fieles de todo el mundo.
Internación y tratamiento intensivo
El papa Francisco se encuentra internado en el hospital Gemelli de Roma, un centro médico con el que el Vaticano tiene una estrecha relación y donde el Pontífice ha recibido atención en ocasiones anteriores. Allí, un equipo médico especializado lo está tratando con terapia intensiva, incluyendo el suministro de oxígeno de alto flujo y las transfusiones de sangre necesarias para contrarrestar la anemia detectada.
Preocupación en el Vaticano
La salud del papa Francisco ha sido motivo de preocupación en los últimos días debido a su avanzada edad y a problemas de salud recurrentes, como dificultades respiratorias y complicaciones en la rodilla que lo han obligado a usar silla de ruedas en varias ocasiones. Esta nueva crisis ha elevado la alerta dentro del Vaticano, donde se sigue de cerca su evolución.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, reiteró que se mantendrá informada a la comunidad católica y al público en general sobre cualquier novedad en el estado de salud del Pontífice. Mientras tanto, se han multiplicado las muestras de apoyo y las oraciones por su recuperación en todo el mundo.
Aunque el papa Francisco ha demostrado una notable fortaleza en situaciones anteriores, los médicos han subrayado que su condición actual es delicada y que las próximas horas serán cruciales para determinar su evolución. La trombocitopenia y la anemia complican su recuperación, sumándose a los desafíos respiratorios que enfrenta.
Mientras el mundo católico espera noticias alentadoras, el Vaticano ha pedido respeto por la privacidad del Pontífice y ha agradecido las muestras de solidaridad y las oraciones que llegan desde todos los rincones del planeta. La situación del papa Francisco sigue siendo un tema de atención global, y su recuperación es el deseo de millones de personas que lo consideran un líder espiritual clave en tiempos de incertidumbre.