Tras más de una década de ausencia, la Argentina volvió ayer a los mercados internacionales de deuda y superó todos los pronósticos de los especialistas. No sólo consiguió los 15.000 millones de dólares que buscaba para pagarles a los holdouts y financiar gasto público, sino que recibió ofertas por hasta 67.000 millones de dólares, casi cuatro veces y media más de lo que esperaba recaudar.
Según confiaron a LA NACION fuentes del Ministerio de Hacienda y Finanzas, el 65% de las ofertas provino de inversores de Estados Unidos, mientras que un 14% vino del Reino Unido, un 8% del resto de Europa, 6% de América latina, 5% de Asia y 2% de Australia.
El Gobierno emitió bonos a 5, 10, y 30 años de plazo, tal como había anunciado desde un primer momento, y además agregó ayer -por pedido de los inversores, explicaron en el Ministerio- otro a 3 años de plazo. Hoy se conocerá la tasa de interés que pagará por cada uno de los bonos.
Sin embargo, ayer los bancos colocadores informaron los rangos de tasa de referencia: entre 6,25 y 6,50% anual para los bonos más cortos, a 3 años; entre 6,875 y 7,125%, para los de 5 años; entre 7,5 y 7,625%, por los de 10 años, y 8%, por los títulos de mayor duración, a 30 años.
"No me sorprende el nivel de órdenes ni de las tasas de interés; el equipo económico viene haciendo un gran trabajo", dijo Agustín Honig, director ejecutivo de AdCap. "Pero todavía queda margen para seguir comprimiendo tasas en el contexto de la región [un bono de Brasil rinde cerca de 200 puntos menos que uno de la Argentina de igual duración]. Eso se va a ir logrando en la medida en que se empiecen a ver resultados de la política económica. Los inversores que han acompañado a la Argentina en esta nueva colocación tienen un perfil de largo plazo, pero al mismo tiempo son más exigentes en términos de predictibilidad y estabilidad macroeconómica", agregó el especialista.
En el exterior, el interés de los inversores por la Argentina es cada vez más evidente, sobre todo en un contexto global de tasas aún bajas y en el que países emergentes que antes eran estrellas, como Brasil, hoy han perdido todo su atractivo para los inversores.
La nueva estrella
Sin ir más lejos, en las reuniones que se desarrollaron en paralelo a la Asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI), la semana pasada en Washington, la Argentina figuró entre las principales apuestas de los inversores.
En el encuentro organizado por el banco JP Morgan, del que participaron más de 300 inversores y representantes de fondos de inversión internacionales, el 57% consideró que la Argentina es ahora la principal apuesta del año entre los mercados emergentes.
En la reunión que hizo Bank of America Merrill Lynch, el resultado para la misma consulta fue del 65%. "La Argentina es la inversión más atractiva en bonos y en la economía real comparando los países no calificados comoinvestment grade [grado de inversión, en la jerga]", dice el inversor y ex director del Banco Ciudad Martín Miranda.
No más emisiones
El equipo económico, sin embargo, no tendría previsto realizar más emisiones de deuda en el exterior en lo que resta del año, sino que intentará cubrir al menos parte de las necesidades financieras pendientes mediante la colocación de letras en dólares en el mercado interno, entre otras alternativas. Este habría sido otro de los motivos que, a juicio de los operadores, desperó un mayor interés por la colocación de ayer.
La emisión abre también las puertas para que provincias y empresas argentinas accedan al mercado internacional de capitales a tasas más atractivas.
Hasta ayer, en Nueva York, los representantes de la Argentina seguían negociando con tenedores de títulos en default que todavía no aceptaron la propuesta de pago. En la Secretaría de Finanzas estiman que de los US$ 15.000 millones recaudados en la emisión de ayer unos US$ 10.500 millones se destinarán para pagarles el viernes a los holdouts.
En la city hay gran expectativa sobre cómo comenzarán a cotizar los bonos que ayer se vendieron en el mercado. La mayoría descuenta que el Gobierno convalidará en la emisión de ayer tasas levemente más altas que las de otros títulos del mercado, para así dejarles resto para subir de precio apenas empiecen a operar.
El Gobierno contrató a los bancos Deutsche Bank, HSBC Securities, JP Morgan y Santander como coordinadores globales y colocadores de la emisión, y a BBVA Francés, Citigroup y UBS Securities como cocolocadores.
Fuente: La Nación