El conflicto por la soberanía de las Islas Malvinas es un tema que desde hace años desvela a los funcionarios y al pueblo argentino. Y como las estrategias implementadas en las últimas décadas no dieron los resultados esperados, el gobierno de Mauricio Macri se propone hacer un cambio rotundo.
Para mejorar la relación con el Reino Unido y bajar el porcentaje de rechazo que expresaron los kelpers en el referéndum de 2013 (el 99,8% eligió que el territorio siga siendo británico), la administración nacional apunta a bajar el tono de confrontación y dureza con ambas partes.
La primera medida que hizo trascender el macrismo es que la negociación por Malvinas será conducida mediante la Subsecretaría del Atlántico Sur y la Antártida; al frente estará Carlos Sersale Di Cerisan, ex embajador en Sudáfrica que ahora ocupa el mismo cargo en Londres.
En principio, el macrismo quiere presentar (hacia el exterior) una postura unificada de todos los sectores políticos argentinos, que por supuesto será consensuada con la oposición.
El primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, se saluda con Mauricio Macri para la foto, antes de la reunión que mantuvieron en el Foro Económico Mundial – Crédito: Prensa Presidencia
Luego se buscará tener un diálogo directo con Gran Bretaña y dejar de lado la participación de los isleños en las negociaciones por la soberanía de Malvinas, según detalla el diario Clarín.
Uno de los objetivos es lograr (pedido oficial mediante) que Londres que desmilitarice la zona del Atlántico Sur y llegar a un acuerdo para que la Cruz Roja pueda identificar tumbas argentinas.
Además se propondrá realizar tareas conjuntas en la zona del Atlántico Sur, que incluiría exploraciones con fines científicos en la Antártida. Esto se daría en el marco de proyectos conjuntos de cooperación en los que no se nombraría el tema Malvinas para afianzar el vínculo entre los dos países.
SE BUSCARÁ MEJORAR LA RELACIÓN CON LOS ISLEÑOS, POR EJEMPLO OFRECIÉNDOLES LA POSIBILIDAD DE ESTUDIAR EN LA ARGENTINA
Para cercarse a los kelpers, se les ofrecería acceder a formación educativa en la Argentina."Si los isleños conciben que el territorio que tienen enfrente los acoge con la misma simpatía como lo hace Chile o el Reino Unido, hoy es probable que por comodidad o necesidad se acerquen más seguido al continente", analizó Martín García Moritán, nuevo embajador ante Naciones Unidas.
El diplomático consideró que de esa manera los kelpers "podrían tener a Ushuaia como base de operaciones para viajar por el mundo o educar a sus hijos". "Queremos darles a los isleños, gradualmente, el mismo trato que puede tener un argentino del continente. Para que haya confianza mutua tiene que haber continuidad, que las políticas de Estado se perpetúen en el tiempo. Si todas las acciones del año ’71 se hubieran mantenido, hoy la bandera argentina estaría en las islas”, concluyó.
Fuente: Infobae