En La Rioja 40 personas que pertenecían al programa nacional ENIA quedaron sin trabajo porque no fueron renovados sus contratos. Las bajas responden a la decisión del Gobierno nacional de desmantelar un programa que logró reducir a la mitad los embarazos adolescentes.
“El plan ya lleva muchos años a nivel nacional y tiene como objetivo principal la disminución de los embarazos en la adolescencia y el 31 de marzo, de este año, se dieron de baja a los contratos de los agentes que desempeñaban su función en los cuatro dispositivos que lo conformaban”, comentó Claudia Cabrera a La Red, referente del programa en el Ministerio de Educación. La implementación del programa se realizaba a través de varios dispositivos como el de Educación Sexual Integral, el de Consejería en Salud Sexual, profesionales situados dentro de los centros de atención primaria de la salud, el dispositivo de Asesoría Adolescente, que también depende del Ministerio de salud y el dispositivo de Base Comunitaria.
“Cada dispositivo tenía una función específica y en el caso del dispositivo de Educación Sexual, en articulación con el programa provincial de ESI, tenía como función principal la de acompañar a las prácticas de enseñanza, garantizando que los docentes puedan implementar la educación sexual integral dentro de sus propuestas pedagógicas con propuestas de enseñanza que les permita justamente desarrollar capacidades y pensamiento crítico para la toma de decisiones en todos los aspectos de su vida, no solamente en la salud integral, sino específicamente también en lo que respecta a la salud sexual, no reproductiva y no reproductiva”, explicó Cabrera entre algunas de las funciones que llevan adelante a través del programa.
En relación a la baja de contratos explicó que “no hubo comunicación formal de ningún tipo, solamente se han enviado mails a algunas personas que estaban bajo otro sistema de contratación”. “Es la única información que manejamos desde nación y ante esta situación, todos los ministerios se pusieron a disposición nuestro, habilitando los espacios de escucha y acompañando el proceso que tiene que ver justamente con clarificar la situación, ya sea para la recontratación o para los cambios que sean necesarios”, expresó.
Consideró que “el impacto fue positivo porque se ha disminuido la tasa de embarazo no intencional, no solamente en adolescentes de 15 a 19, sino también en menores de 15 años, con lo cual es una situación mucho más compleja porque sabemos que un embarazo a esa edad es producto de situaciones de vulneración de derechos como los los abusos sexuales”.
Cabrera agregó en este sentido que desde su implementación en el 2018, en el año 2020 registraron casi 417 nacidos en adolescentes entre 15 y 19 y en el 2022 esa cifra bajó a 320. “Las estadísticas han favorecido el proceso de trabajo y esos son datos que específicamente puede dar cuenta la Dirección de Estadísticas del Ministerio de Salud que hace la sistematización en función de los nacidos vivos en la provincia”.