Según un informe de la ONG Save The Children España, 7 de cada 10 adolescentes consumen contenido pornográfico con frecuencia. La enorme mayoría lo hace mediante el celular, centrándose en contenidos gratuitos online.
En declaraciones con La Red, Victoria Estrada Coordinadora de ESI aseguró que “Hay distintos consumos de pornografía y de exposición a contenidos eróticos que dependen de edades. Hay un nivel de exposición muy grande con el uso de las redes sociales y el acceso tan fácil que tienen las infancias y adolescencias a las tecnologías”.
“Es fundamental trabajarlo tanto en la escuela como así también desde la familia, es algo muy importante que siempre lo hablamos desde la ESI que es la corresponsabilidad”, agregó.
En tanto subrayó que “Hay distintos tipos de consumo que tienen que ver con distintos componentes, y aspectos de porqué se consume esa pornografía en las distintas edades. En las infancias y en la preadolescencia en una edad que va hasta los 11 años, se estima que este acceso a la pornografía tiene que ver con la exposición no tiene que ver con una búsqueda explícita y deliberada”.
“Debemos estar muy atentos con las familias, en donde los chicos y chicas tienen acceso a las tecnologías y redes sociales, trabajar en esa prevención y acompañar desde la escuela hablando de regular el consumo, de discernir qué se consume”.
A su vez señaló que “hay que entender que la pornografía es una ficción no es una representación directa de lo que sucede en las relaciones sexuales. Hay consumos que tienen que ver con una primera exposición que no es deliberada, que no es en la mayoría de los casos buscada por las infancias, que no tienen que ver con buscar o potenciar un deseo sexual, sino que simplemente aparece con la exposición”.
Del mismo modo indicó que “también está el otro tipo de consumo que tiene que ver con los cambios que se dan en la adolescencia en donde hay más curiosidad y la necesidad de potenciar el deseo sexual. Es muy importante que en las familias se tome estos espacios como una oportunidad para hablar de sexualidad, y si encuentran a un hijo o hija consumiendo pornografía hay que hablar y que se genere un clima de confianza, que no se juzgue y que pueda abordarse con información”.
Cabe destacar que según el informe la exposición a contenidos no aptos para su edad genera múltiples consecuencias: “A edades tempranas, el desarrollo cerebral no está preparado para observar este tipo de contenidos. No solo pueden despertar trastornos de hipersexualidad sino que afectan todo el desarrollo neuropsicológico, tanto a nivel socioemocional, como físico y cognitivo, porque no pueden distinguir la realidad de la ficción”, mencionan los expertos.
El problema se explica en parte por el acceso a las pantallas y por el algoritmo que usan las redes sociales y las plataformas para mostrar material. Frente a esta problemática, consultamos a algunos expertos para que nos dieran sus recomendaciones.