La Ley de Etiquetado Frontal, sancionada en 2021 como parte de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, podría quedar derogada si prospera el nuevo proyecto presentado por dos diputados nacionales. Esta normativa, que obliga a los productos ultraprocesados a incluir sellos negros de advertencia sobre su alto contenido en grasas, azúcares, sodio y calorías, enfrenta críticas por parte de sus detractores, quienes argumentan que “confunde a los consumidores” y afecta el comercio internacional.
Por su parte, expertos en nutrición destacan los beneficios de esta ley para informar de forma clara y sencilla a la población sobre los riesgos asociados a ciertos alimentos. Según la nutricionista Claudia Torres, “la lectura de etiquetas era compleja antes de esta normativa, pero los octógonos facilitaron el acceso a información clave y promovieron mejoras en la composición de los productos”, dijo a La Red.
Fabricia Yaris, coordinadora del Área de Nutrición del Ministerio de Salud, subrayó que la ley cumple un rol educativo indispensable, especialmente en contextos como La Rioja, donde “el sobrepeso y la obesidad afectan a un alto porcentaje de la población”. “La sensibilización es clave para cambiar hábitos alimenticios”, señaló en diálogo con La Red, destacando también el impacto positivo de estrategias como las cantinas escolares saludables.
El proyecto de derogación también cuestiona la supuesta intromisión de la ley en las libertades de los consumidores. Sin embargo, las especialistas consideran que las medidas son necesarias para enfrentar problemáticas como la obesidad y las enfermedades crónicas. Yaris mencionó que, en paralelo, se está trabajando en reglamentar una ley de entornos saludables que refuerce estos objetivos: “Desde la Coordinación de Nutrición del Ministerio de Salud buscamos reglamentar esta ley muy amplia que habla de la prevención, tratamiento y control de la obesidad”.
Desde el ámbito académico y profesional, se hace un llamado a no retroceder en políticas que promuevan la salud integral. “Es fundamental educar a la población sobre el consumo responsable y fomentar hábitos saludables desde la infancia”, afirmó Yaris, quien también destacó la importancia de programas interdisciplinarios en centros de salud: “Debemos informar sobre estrategias, no solo informar los excesos en azucares, sino cómo reemplazar esos productos por alimentos más saludables”.