Escribe: Valentina Urus
A 18 años de la apertura de la academia de teatro musical, Universo Fosse, ubicada en La Rioja y a 38 años del estreno del clásico argentino, Esperando la Carroza, Marcos Mercado Arias nos trae una propuesta innovadora para celebrar la idiosincrasia argentina.
Si tuviésemos que definir, entre tantas propuestas cinematográficas, la que mejor representa nuestra identidad nacional, nadie dudaría en elegir “Esperando la Carroza”, película que tuvo su estreno en el año 1985 de la mano de la dirección de Alejandro Doria y que se convirtió en un clásico de la comedia argentina: reconocida por su humor satírico y también por su representación de las clases trabajadoras en Buenos Aires y el resto del país.
“A donde está mi amiga”, “Yo hago puchero, ella hace puchero. Yo hago ravioles, ella hace ravioles”, “Ahí lo tenés al pelotudo” o “Qué histéricos están” son algunas de las tantas frases icónicas que nos dejó la película, pasando de generación en generación y deviniendo en múltiples memes. La obra protagonizada por Antonio Gasalla, Mónica Villa, Betiana Blum, China Zorrilla, Juan Manuel Tenuta, Luis Brandoni, Julio de Grazia y Lidia Catalano, entre otros grandes, ya es catalogada como un clásico Nacional del que pueden surgir nuevas propuestas igual de ricas e innovadoras.
Es así como nace la propuesta de “Esperando la Carroza, el musical” de la mano de la escuela de teatro musical FOSSE, con Marcos Mercado Arias como director y Héctor Presa como adaptador. Esta adaptación del clásico argentino se puede presenciar los sábados a las 22 hs y los domingos a las 20 hs con entradas anticipadas en el barrio Evita, calle Bolívar 600.
Marcos Mercado Arias es un talentoso artista riojano que está dejando una huella imborrable en el mundo del teatro musical. Desde temprana edad, Marcos mostró un interés apasionado por el arte en general y las artes escénicas en particular, lo que eventualmente lo llevó a su destino como actor, cantante y bailarín. “Estudié muchas ramas del arte pero el teatro siempre fue un pendiente en mi vida, antes no había lugares para estudiar teatro en la provincia. Y menos para niños y especialmente para varones” dijo a La Red.
Fue en Córdoba que encontró la posibilidad de nutrirse en el mundo del teatro, despegando su camino artístico junto a la Comedia Cordobesa y encontrando la posibilidad de forjar su camino en diferentes propuestas nacionales. Eventualmente, decidió estudiar danza y canto por separado, pero fue una experiencia clave en Carlos Paz, donde vio “Drácula el Musical”, lo que le hizo darse cuenta de que quería combinar todas sus pasiones en un solo lugar: “Ahí fue el click porque ví todo lo que yo estudiaba junto en un solo lugar. Desde ese momento, no hubo vuelta atrás, ahí quise hacer todo eso.”
Marcos no solo persiguió su propia carrera en las artes escénicas, sino que también se convirtió en un maestro en el campo del teatro musical. Fundó la primera escuela de teatro musical FOSSE, en La Rioja, brindando múltiples oportunidades a sus alumnos, las mismas que él tuvo que buscar en otros horizontes hasta llegar a transmitir la magia del teatro musical también en su provincia: hace 18 años que se abordan diferentes obras y musicales como La pasión, Chicago, el musical, Frankenstein, el musical, El fantasma de Canterville, Derechos torcidos, entre infinidad de propuestas más.
Con el 18º aniversario de la escuela de teatro musical FOSSE, hoy, Marcos se encuentra en el papel de director y adaptador en la puesta en escena de “Esperando la Carroza, el musical”, representando esta historia icónica pero añadiendo un toque de contemporaneidad: “Sabemos que la película es un clásico del cine argentino que nunca dejó de tener vigencia. Sirvió como reflejo de la familia argentina. Hay personajes muy bien pensados para que todos se encuentren como en el espejo. Es una obra que plantea de manera muy cruda la realidad.” comentó Marcos.
En esta adaptación, el director planea tocar alguno de los temas que lo interpelan, como el envejecimiento y la desvalorización del adulto mayor, especialmente a través del personaje de Mamá Cora. Pero también, la música desempeña un papel fundamental en la obra, con letras inventadas por Héctor Presa y música de Ángel Marler que describen los pasajes, personalidades y eventos de la familia de una manera única.
“Nunca hice una obra porque si, ni sin querer decir algo. De hecho, creo que los artistas estamos para decir cosas. Quiero hacer una mirada de lo que me está seduciendo a mi o a mi entorno a través del arte” reflexionó, finalmente el artista.
Fotos: Marcelo Aguirre