
Miles de fieles se congregaron este jueves en la Plaza San Pedro del Vaticano para presenciar un momento histórico: la elección del nuevo Papa de la Iglesia Católica. Tras la votación en la Capilla Sixtina, el cardenal Robert Prevost fue elegido como sucesor de Francisco y adoptará el nombre de León XIV.
Prevost, actual obispo de Boston, logró reunir los dos tercios necesarios entre los 133 cardenales electores, consolidándose como uno de los principales candidatos en este cónclave decisivo. Su elección marca una continuidad con el estilo pastoral y cercano de Francisco, con un fuerte enfoque en América Latina.
En diálogo con La Red, el Dr. Eugenio Covián, abogado, diplomado en Antropología Cristiana y letrado en diócesis para causas de nulidades canónicas, destacó la significación simbólica y política del nuevo pontífice: “Es un cardenal que va a mantener ese pulso y estilo latinoamericano. Es curioso porque no nació en América Latina, pero eligió ser latinoamericano, y esa elección le da más autenticidad a ese abrazar nuestra cultura, viviendo en un país donde las comodidades y el no tener problemas económicos lo alejaban de esa América Latina desigual”.
Según Covián, la elección del nombre también tiene un fuerte peso histórico y social: “Incluso eligiendo un nombre que tiene que ver con aquel Papa que a fines de 1800 planteó la cuestión social”, en referencia a León XIII, quien publicó la encíclica Rerum Novarum, pionera en la doctrina social de la Iglesia.
Uno de los primeros gestos del nuevo Papa León XIV fue dirigirse al mundo en español durante su primer discurso, un gesto que, para Covián, revela una clara intención de mantener el vínculo con la región, al igual que el anterior Papa: “En su primer discurso pidió hablar en español para hablar con su diócesis en Perú. Ese apropiarse, esa cercanía, nos marca que será prioritario ir a Perú en algún momento”.
“Desde el fallecimiento de Francisco, las amenazas a la paz mundial recrudecieron: conflicto en Gaza, tensiones en Pakistán, Ucrania, y la falta de soluciones globales. Toda esa agenda, que no le hace un favor a la paz mundial, aparece con fuerza luego de la muerte del Papa Francisco. Por eso, que el nuevo Papa empiece su discurso diciendo ‘que la paz esté con ustedes’ no es casualidad. Sabe que es lo que el mundo necesita”, dijo Covián.
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