Este jueves murió Nora Cortiñas, una de las madres de Plaza de Mayo más reconocidas e ícono de mil luchas. Falleció a los 94 años, sin saber qué hizo la dictadura con su hijo Carlos Gustavo Cortiñas.
Nunca detuvo su marcha. Ni cuando el tiempo, implacable, le empezó a provocar dolores en el cuerpo. Ni en ese momento, ni nunca, Nora Cortiñas, dejó de luchar por la Memoria, la Verdad y la Justicia, pero también por el resto de las causas nobles que siempre acompañaba, como la defensa férrea a los trabajadores. Por esto y mucho más es que hoy es reconocida como “madre de todas las batallas”.
Hasta el secuestro de su hijo, Nora Irma Morales era una madre “común”. Estaba casada por Carlos Cortiñas, quien le propuso matrimonio cuando ella tenía 18 años. Se afincaron en la zona de Castelar, en el oeste del Gran Buenos Aires. Tuvieron dos hijos: Carlos Gustavo y Marcelo.
En los años 70, su hijo Gustavo se sumó a la militancia política como tantos jóvenes de su generación. Militaba en la Juventud Peronista (JP) y hacía trabajo social en la villa 31, en Retiro, donde conoció al padre Carlos Mugica. A Norita, como a cualquier madre, le preocupó que su hijo participara políticamente en una época de violencia política y represión estatal.
El 15 de abril de 1977 Gustavo fue secuestrado en la estación de trenes de Castelar. Tenía 24 años, estaba casado con Ana y tenía un hijo, Damián. Norita salió a buscarlo por todos lados, pero jamás recibió una respuesta, y jamás desistió de su lucha.
Fue en su búsqueda que se unió a las Madres de Plaza de Mayo y se convirtió en un símbolo.
La noticia tuvo repercusión inmediata. La agrupación H.I.J.O.S. Capital compartió en la red social X: “Con profundo dolor, despedimos a Nora Cortiñas. Buscando a su hijo Gustavo se hizo madre del pueblo. Con pañuelo blanco y verde, en las luchas por justicia, con la sonrisa, con la fuerza de lo imposible Abrazamos a su familia Hasta la victoria, siempre”.
En tanto, Abuelas de Plaza de Mayo compartió un mensaje similar en la misma red: “Con profundo dolor, despedimos a nuestra hermana de lucha Nora Cortiñas, referente indiscutida del movimiento de derechos humanos en la Argentina. ¡Hasta la victoria siempre, querida Norita!”