Desde el 9 hasta el 14 de septiembre, el Festival de Teatro “Entre Montañas” volvió a La Rioja en su tercera edición y ofreció una propuesta que combina espectáculos teatrales, espacios de formación y un enfoque comunitario. La Red conversó con Paula Baigorri, licenciada en actuación y formadora teatral que junto a Lucas Sot y Josefina De Cara, crearon el proyecto teatral “Entre Montañas”.
En un mundo cada vez más digitalizado, donde el entretenimiento y la interacción social se trasladan a las pantallas, el teatro se mantiene como un espacio insustituible de conexión humana. La experiencia de presenciar a un actor en escena, con su cuerpo y su vulnerabilidad al descubierto, ofrece algo que ninguna plataforma digital puede replicar: la posibilidad de ver a un otro en tiempo real, en un mismo espacio físico, compartiendo emociones y sensaciones de manera directa. El teatro nos invita a sentir lo que ocurre en el aquí y el ahora, a conectarnos con lo humano de una manera profunda y cercana. En otras palabras, el teatro es un llamado al cuerpo, a la cercanía, a la piel y a lo humano.
Entre Montañas fue creado con el propósito de volver a lo humano, y sus miembros (Paula Baigorri, Lucas Scot y Josefina De Cara), forjaron un espacio que busca no solo la producción escénica, sino también la reflexión sobre el rol del teatro en la sociedad y el intercambio de experiencias entre artistas y público.
El festival, en su tercera edición mantuvo un enfoque situado, conectando el arte teatral con los paisajes naturales de La Rioja y creando una experiencia escénica vinculada a la biografía personal de sus creadores. El lema “del centro a la periferia” simboliza su decisión de alejarse del bullicio de Buenos Aires para asentarse en La Rioja, donde encontraron un terreno fértil para hacer crecer sus ideas. Este enfoque conecta el centro urbano con las montañas y quebradas, lugares que no solo configuran la identidad geográfica, sino también la poética de sus obras. “Esto refleja en parte nuestra biografía personal: los tres comenzamos estudiando en la universidad en Buenos Aires y luego decidimos trasladarnos a La Rioja, moviéndonos del centro a la periferia”, reflexiona la actriz.
El festival presentó una rica programación que incluyó obras de teatro de diferentes provincias federales, instancias de diálogo y formación. Paula explicó que “la tercera edición del Festival tuvo varios espacios de encuentro, siendo el principal un circuito de programación de obras de carácter nacional. Forman parte de la programación obras de San Juan, San Luis, Tucumán, Córdoba y La Rioja.
“El humor y la risa son elementos fundamentales para el actor. Estos aspectos no solo permiten incomodar y generar alegría, sino que también exponen la vulnerabilidad, tanto del público como del actor. Al asumir este tipo de estéticas, siempre se está expuesto al riesgo del fracaso, y es crucial aprender a generar esa conexión y a cuestionar la comicidad desde nuestra experiencia como intérpretes.” comentó Paula para La Red.
El festival también incluyó espacios de diálogo, como la actividad “Hacia la configuración de un mapa estratégico teatral”, que tuvo lugar en la Biblioteca Mariano Moreno. Busca que la comunidad teatral y el público puedan compartir reflexiones y experiencias, con el objetivo de romper las divisiones tradicionales entre quienes están sobre el escenario y quienes observan desde el público. Esta dinámica de intercambio fue una de las apuestas centrales del festival, que busca fomentar una empatía mutua entre ambas partes. Al respecto, la actriz comenta: “Esta política del festival es una decisión tomada desde sus inicios, ya que el teatro, en esencia, busca generar encuentros cara a cara y provocar emociones genuinas. Quizás el contexto actual refuerza esa necesidad de conexión y fomenta la toma de decisiones orientadas a fortalecer los vínculos. Actividades como la charla del sábado y los desmontajes responden a la intención de romper las divisiones entre el público y quienes hacemos teatro, permitiendo que quienes están del otro lado puedan empatizar con nuestra situación, y nosotros con el público”.
Todas las funciones contarán con desmontajes posteriores, en los que el público podrá dialogar con los artistas sobre las obras presentadas. Este enfoque, sumado a la perspectiva de las obras seleccionadas, busca desmitificar el acto teatral y acercar el arte escénico a la vida cotidiana, generando espacios donde el público pueda involucrarse emocionalmente y reflexionar sobre los vínculos humanos, los afectos y el amor en sus diversas dimensiones: “Nos interesa poner en escena obras que nos inviten a reflexionar sobre los vínculos, los afectos y el amor en sus distintas dimensiones: la familia, la amistad, el trabajo, y todo lo que deriva de la afectividad y de lo humano” reflexiona Paula par La Red La Rioja.
El Festival Entre Montañas, que se extendió del 9 al 14 de septiembre fue una oportunidad de encuentro y transformación tanto para el público como para los artistas, cumpliendo con la premisa de que “siempre que vamos al teatro, algo cambia dentro de nosotros”. Este festival no solo invita a vivir el teatro, sino también a sentirlo en la piel, a conectarnos con nuestra vulnerabilidad y con el entorno natural que rodea a La Rioja, buscando siempre, a través del arte, una forma de unirnos y de cambiar, aunque sea por un instante, nuestra manera de ver el mundo.