
El abogado Eugenio Covián, en diálogo con La Red, explicó las implicancias del fin de la moratoria previsional, un mecanismo que permitía a quienes no contaban con los 30 años de aportes necesarios para jubilarse, comprar años trabajados y así acceder al beneficio. «Desde el 23 de marzo, todas aquellas personas que cumplieron 60 años en el caso de las mujeres y 65 en el caso de los hombres ya no podrán acceder a la jubilación comprando años», afirmó Covian a Radio La Red.
Hasta septiembre de 2024, tres de cada cuatro jubilados accedían al sistema con moratoria. Sin embargo, este mecanismo finalizó y la ley que lo habilitaba no fue prorrogada, lo que deja a muchas personas sin la posibilidad de acceder a una jubilación tradicional.
La alternativa para quienes no llegan a los aportes mínimos es la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM). Sin embargo, este beneficio no es universal, sino que se otorga según la situación socioeconómica de la persona.
Además, tiene diferencias clave con la jubilación tradicional:
Se accede a partir de los 65 años, sin distinción de género.
El monto es del 80% del haber mínimo, lo que equivale a $251.000 en marzo, cuando la jubilación mínima supera los $300.000.
Esto significa que las mujeres que antes podían jubilarse a los 60 años deberán esperar hasta los 65 para acceder a un beneficio previsional, y con un ingreso menor al de la jubilación mínima.
¿Quiénes aún pueden comprar aportes?
Si bien la moratoria terminó, Covian aclaró que quienes aún no cumplieron la edad jubilatoria (mujeres menores de 60 y hombres menores de 65) pueden seguir comprando aportes para llegar a los 30 años de contribuciones y así acceder a una jubilación tradicional en el futuro.