En el juicio por la trágica muerte de Carlos Cordero Robles, el fiscal Diego Torres Pagnussat profundizó en los fundamentos de la acusación y el pedido de condena contra el acusado Paul Waidatt, quien enfrentaría una pena de 10 años de prisión en caso de ser encontrado culpable. Durante sus declaraciones, Torres Pagnussat detalló que el pedido de pena surge luego de analizar minuciosamente las pruebas y testimonios presentados a lo largo del debate, los cuales confirman los hechos tal como fueron planteados en la acusación.
“Se ha llegado a una calificación legal junto con mi colega, y ésta es de homicidio simple y lesiones graves con dolo eventual, en concurso de ideas, dado que el hecho involucró a dos víctimas: una de ellas, Carlos Cordero Robles, con resultado fatal, y la otra, una persona con lesiones graves, incluyendo fracturas en ambas piernas”, señaló el fiscal en dialogo con La Red.
La acusación implica un marco penal con una pena mínima de 8 años y una máxima de 25 años, aunque Torres Pagnussat explicó que el pedido específico de 10 años obedece a factores como la edad del acusado y el grado de dolo eventual, considerado el más leve dentro de los tipos de dolo. “Es fundamental recordar que el dolo eventual aplica cuando el acusado se representa un posible resultado mortal y, aun así, sigue adelante con su accionar”, agregó.
En su exposición, el fiscal reconstruyó las circunstancias del caso, e indicó que el acusado, bajo los efectos del alcohol con un nivel de 1,38 gramos por litro de sangre, manejaba a 127 km/h en una zona urbana, pese a tener el brazo enyesado y sin capacidad total de maniobra. “El acusado bien pudo haber evitado tomar el volante en esas condiciones o pedirle a un amigo que lo transportara. Sin embargo, actuó sin considerar los riesgos de un desenlace fatal, y es este desprecio por el resultado lo que configura el dolo eventual en este caso”, puntualizó.
Casi una década de espera para llegar al juicio
Además de abordar los aspectos técnicos del juicio, el fiscal Torres Pagnussat se refirió a los extensos retrasos que llevaron a que este proceso se prolongara durante casi una década. “Lamentablemente, hubo muchas incidencias procesales, tanto interrupciones por parte de la defensa, a través de nulidades y apelaciones, como apartamientos de jueces, lo que generó la rotación y reintegración de magistrados en el tribunal”, comentó el fiscal, quien enfatizó que, a pesar de estas complicaciones, el tribunal actual – compuesto por el juez Alberto Romero y las juezas Florencia Alfonso y Sara López Douglas – ha dirigido el juicio “a la altura de las circunstancias”.
El fiscal también se mostró crítico sobre la demora inherente al sistema judicial de La Rioja, que, según él, sigue basándose en un sistema escrito en la fase de instrucción. “La Constitución de nuestra provincia ya establece que la instrucción debería ser oral, lo cual permitiría agilizar el proceso, haciéndolo más eficiente y menos vulnerable a este tipo de demoras procesales”, opinó Torres Pagnussat.
Expectativa por la sentencia
Por el momento, el tribunal se encuentra en etapa de deliberación y, según se informó a las partes, pronto se anunciará la fecha y hora para la lectura de la sentencia, acto en el cual se dará a conocer si el tribunal acoge la calificación legal solicitada por la Fiscalía y la pena propuesta. “Estaremos atentos a los fundamentos que acompañen esta resolución, ya que reflejan no sólo una decisión sobre este caso específico, sino también la posibilidad de mejorar la eficacia en nuestro sistema judicial”, sostuvo el fiscal.