Tras una leve demora exigida por el Pay Per View, el espectáculo más esperado de los últimos años se desarrolló en el MGM Grand de Las Vegas. Los himnos de México, Filipinas y Estados Unidos formaron parte del pasado cuando Manny Pacquiao y Floyd Mayweather se subieron al cuadrilátero.
Con una sonrisa genuina y las esperanzas intactas, "Pacman" llegó al escenario acompañado deJimmy Kimmel, en lo que significó una parodia a la salida que había tenido su rival con Justin Bieber, cuando retuvo su título ante el "Chino" Maidana.
En cambio, la mirada despreocupada y los pasos firmes de "Money" representaron la contracara de la humildad impuesta por el asiático.
El duelo comenzó con el protagonismo habitual del norteamericano, quien intentó adueñarse del centro del ring. Su derecha fue la herramienta más empleada para basar su estrategia en un estudio permanente.
Los números finales le dieron el triunfo a Mayweather: 118-110, 116-112 y 116-112. A pesar del repudio de los presentes, el rey sigue invicto. La incógnita sobre quién pueda ser el afortunado de destronar Floyd permanecerá planteada. Tal vez Lucas Matthyyse tenga la posibilidad de intentarlo.
Fuente: Infobae