
La Organización Mundial de la Salud (OMS) detectó la rápida expansión de XFG, una subvariante de Ómicron surgida de la fusión genética de otras cepas. Por ahora no hubo casos en el país, pero sí en Brasil. Qué síntomas tiene.
Aunque la pandemia del Covid-19 quedó atrás, la enfermedad sigue estando vigente y cada tanto aparece una nueva cepa que pone en alerta a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Tal es el caso de lo que viene ocurriendo con la variante XFG, también conocida como Stratus o “Frankenstein”.
De rápida expansión a nivel global, según informó el organismo, se trata de una subvariante de Ómicron surgida de la recombinación genética de las variantes LF.7 y LP.8.1.2 que comenzó a preocupar a las autoridades sanitarias mundiales debido a su crecimiento en varias regiones del mundo, especialmente en Europa y América Latina.
Aunque su propagación es veloz, la OMS catalogó a la XFG como una “variante bajo vigilancia” e indicó que por el momento no hay pruebas concretas de que genere una enfermedad más severa y agregó que las vacunas actuales siguen siendo efectivas para prevenir cuadros graves y hospitalizaciones.
La variante, conocida como “Frankenstein” debido a su origen recombinante, comenzó a tomar fuerza en el sudeste asiático antes de expandirse hacia países de Europa y América Latina, con especial énfasis en Brasil. En Río de Janeiro, la cepa fue confirmada por el Instituto Oswaldo Cruz (IOC) a principios de julio, donde se detectó en el 62% de los casos de Covid-19 analizados entre el 1 y el 8 de julio. Este hallazgo refuerza la rápida expansión de la subvariante que ya había sido reportada también en San Pablo, Ceará y Santa Catarina.
Aunque su presencia todavía no fue confirmada en Argentina, se sospecha que podría haber llegado debido a la cercanía geográfica con Brasil. Por el momento, La último información oficial corresponde al Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) 764, que toma en cuenta a la Semana Epidemiológica SE 27 de 2025, es decir, del 29 de junio al 5 de julio.
“En cuanto a los casos de Covid-19, las detecciones de SARS-CoV-2 en personas internadas permanecen en valores bajos. En la SE 27/2025 se registraron 40 casos positivos con este diagnóstico y dos casos fallecidos”, publicó el Ministerio de Salud de la Nación, quien elabora el BEN semanalmente.
La variante XFG avanza en el Reino Unido
En cuanto a su prevalencia, la variante XFG ya es la más dominante en algunos países europeos. En el Reino Unido, por ejemplo, el sublinaje XFG.3 representaba el 30% de los casos de Covid-19 registrados a finales de mayo de 2025. Este aumento es significativo si se considera que otras variantes también siguen circulando, como LP.8.1.1, JN.1 y NB.1.8.1.
El origen de esta variante es peculiar. Como sugiere el nombre “Frankenstein”, la XFG resultó de la combinación de dos variantes previas del SARS-CoV-2, un proceso conocido como recombinación genética. La mutación del virus, que se fue dando entre individuos infectados con diferentes cepas al mismo tiempo, genera un “monstruo” genético, en referencia a la famosa obra de Mary Shelley.
Este tipo de evolución viral es un fenómeno recurrente en la historia de la pandemia, y aunque es relativamente común en los virus, esta subvariante logró captar la atención de los especialistas debido a su habilidad para propagar rápidamente.
Las síntomas de «Frankenstein»
Los síntomas provocados por la XFG son similares a los de otras variantes del Covid-19, aunque con un rasgo distintivo: la ronquera. La pérdida de voz o afonía se suele dar como un signo temprano de la infección, lo que permite a los médicos diferenciarla de otras variantes.
A esta característica se le suman los síntomas comunes de la enfermedad, como fiebre, dolor de garganta, tos seca, fatiga y malestar general. Aunque la XFG no parece provocar un mayor número de hospitalizaciones que otras variantes, su rápida propagación encendió las alarmas en diversas partes del mundo.
Una de las principales preocupaciones sobre la variante XFG es su capacidad de propagarse rápidamente, lo que podría llevar a un repunte de casos en regiones donde ya se habían logrado avances significativos en el control de la pandemia. Este fenómeno ya se ha observado en España, donde los contagios se triplicaron en cuestión de semanas.
Los expertos atribuyen este aumento a la rápida expansión de Stratus, que, al igual que sus variantes predecesoras, no muestra una tasa de mortalidad significativamente más alta, pero sí una mayor tasa de transmisión.