Aníbal Ojeda es un cirujano infantil que a pesar del trabajo diario como médico y cirujano, decidió crear Fundación Rioja la cual inicia sus actividades en noviembre del 2007 por iniciativa propia con el objetivo de mejorar la calidad de vida de niños que padecen malformaciones congénitas quirúrgicas, especialmente niños con labio leporino.
La mayoría de las provincias sólo un porcentaje poblacional muy bajo tiene posibilidad de elegir cómo y dónde realizarse el tratamiento de sus patologías congénitas quirúrgicas lo cual desencadena una grave situación: la mayoría de estos pacientes ya sea por razones geográficas, culturales y económicas, quedan abandonados al tratamiento adecuado dando lugar a discapacidades evitables con importante impacto social.
Este es el motivo que impulsó al Doctor Ojeda a crear la Fundación Rioja: “buscar y localizar el paciente tratando de brindar una cobertura integral con compromiso médico social a sus patologías“.
Además de estas acciones sanitarias de atención médica-quirúrgica integral de los niños, la Fundación Rioja desarrolla proyectos de Educación para acompañamiento y capacitación profesional y proyectos de Investigación Epidemiológica de Malformaciones congénitas que la provincia carece.
En este sentido, la fundación fue creciendo y comenzamos a ser parte de un proyecto internacional, en primera instancia comenzó a generar convenios con Estados Unidos para poder ayudar en cirugía infantil.
Asimismo, se logró establecer lazos con África, para ayudar a pacientes con estas problemáticas, sobre esto el doctor Ojeda explica que “en África no se operan a chicos con labio leporino y unos argentinos buscaron información para poder ayudarlos y encontraron la fundación, operamos a 6 chicos pero nuestra labor quedó inconclusa por el tema de la pandemia”, indicó.
“Todo ello, me permitió generar este lazo con estos chicos que tienen mucha necesidad, donde el sistema de salud es escaso”, sostuvo el doctor. Por otro lado, contó que “le propuse al equipo de neonatología de nuestra provincia realizar un vínculo con África para poder ayudar saldando estas necesidades, operando de manera gratuita y capacitado, a lo que la respuesta fue muy favorable”, expresó.
El trabajo realizado diariamente quedó paralizado por la pandemia, con lo cual se retomaron las tareas hace tres semanas. “Ya contamos con 14 pacientes para operar, que además muchos de ellos son de varias provincias. Es una patología que muy pocos operan en el país y en la provincia soy el único, por eso me dedico especialmente a esto y por ello decidí llevar adelante esta fundación”, afirmó.
El doctor Ojeda sostiene, por otra parte que “desde la provincia cuesta mucho que puedan ayudar o apoyar los proyectos, he recibido más desde afuera. Desde el gobierno se debería dar una mayor comunicación y visibilidad al trabajo que se realiza”, confesó.
“La felicidad y motivación son los chicos, que ellos puedan operarse y llevar una vida normal, es un trabajo humanitario, permanentemente ayudamos a aquellos chicos que no tienen las posibilidades y cuentan con estas carencias, buscamos acompañar, posibilitar que se cumplan con sus necesidades. La medicina debe ser social y el valor que tiene la función la construye desde su trabajo”, concluyó.