
La salud mental dejó de ser un tema secundario. Ya no se trata solo de estadísticas o diagnósticos médicos, sino de realidades urgentes que golpean cada vez con más fuerza. Así lo afirmó Gastón Mercado Luna Gastón Mercado Luna Defensor General, al referirse al protocolo de intervención en situaciones de crisis de salud mental, destacando que el eje central está en actuar de inmediato cuando la vida de una persona –o la de un tercero– corre peligro.
“Estamos hablando de peligros inminentes. No de alguien que dice que algún día le puede pasar algo, sino del que lo está viviendo ahora”, explicó Mercado Luna, señalando que el protocolo está diseñado para esos momentos críticos donde cada minuto cuenta.
El funcionario puso el foco en el rol clave de la policía y el sistema de salud como primeros respondientes. Cuando un efectivo llega a una escena a las tres de la mañana y encuentra a una persona flagelándose, amenazando con quitarse la vida o generando un riesgo para su entorno, no puede esperar una orden judicial. Según el artículo 42 del Código Civil, cualquier autoridad pública puede y debe intervenir de inmediato.
“La policía debe actuar y comunicarse rápidamente con el sistema de salud. Es como la ambulancia en un accidente de tránsito: tiene que asistir, contener y trasladar”, expresó.
En tanto el profesional explicó que el protocolo busca garantizar una respuesta articulada entre policía y salud, donde la persona en crisis sea abordada como tal, y no desde una lógica punitiva. “No es un delincuente, es una persona con una situación crítica de salud mental que necesita ser evaluada”, enfatizó.
Las cifras que preocupan
Durante este 2025, y sin haber llegado aún a la mitad del año, el Ministerio ha intervenido en al menos 53 casos de crisis de salud mental, fuera de la vía judicial. “Y esos son solo los que llegaron a nosotros. Hay muchos otros que no se reportan”, advirtió Mercado Luna.
Estos números refuerzan la advertencia de la Organización Mundial de la Salud, que desde hace años sostiene que la salud mental será el principal problema sanitario en 2030.
“Yo creo que ya lo es. Estamos viendo una pandemia silenciosa que requiere protocolos claros, capacitación y sobre todo humanidad para intervenir en tiempo y forma”, concluyó.
Un protocolo que salva vidas
La puesta en marcha de este protocolo representa un paso necesario en una sociedad donde los problemas de salud mental crecen pero todavía cargan con estigmas. La intervención temprana, la coordinación institucional y el respeto por los derechos de las personas son claves para prevenir tragedias.