
La diputada nacional por La Rioja, Hilda Aguirre, participó de la masiva movilización realizada en Plaza de Mayo en apoyo a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en rechazo a su condena judicial. En diálogo con Radio La Red, Aguirre calificó la jornada como “impresionante y emocionante”, y aseguró que marca un punto de quiebre en la sociedad y en la interna del peronismo.
“Desde ayer hay un quiebre. El pueblo salió a la calle en defensa propia. No solo fue el peronismo: fueron trabajadores, jubilados, quienes perdieron derechos y medicamentos. Fue una reacción que hace dos semanas no esperábamos”, señaló la legisladora.
Para Aguirre, la decisión de Cristina Fernández de adelantar definiciones políticas tuvo un efecto inmediato en la militancia. “Fue un acto de amor. Ella sabía que si decía que iba a ser candidata, se iba a poner todo en marcha. No se equivocó”, expresó.
Consultada sobre el impacto político en el peronismo, Aguirre reclamó una reorganización profunda del espacio: “Debemos conformar una nueva mesa de conducción amplia, hacer una autocrítica sincera y reevaluar cómo seguir. Hay que trabajar por la libertad de Cristina y enfrentar un gobierno que vino a destruir”.
Aguirre también destacó el rol del gobernador riojano Ricardo Quintela, con quien mantiene un vínculo político estrecho: “Fue el primer gobernador en plantarse frente al gobierno nacional, desde una provincia chica y con necesidades. No entregó a su pueblo y eso se valora a nivel nacional. Su voz se escucha en el interior y eso nos da esperanza”.
La legisladora remarcó la necesidad de volver al contacto directo con la ciudadanía: “Debemos volver a caminar, hablar con la gente en la plaza, en la calle. Descuidamos el cuerpo a cuerpo. Las redes son importantes, pero no reemplazan el vínculo humano”.
Sobre el futuro del espacio, Aguirre fue contundente: “Se necesita una renovación generacional y mayor protagonismo de las mujeres”. Criticó la ausencia de ministras en el gabinete riojano actual y la falta de gobernadoras mujeres en el país. “Es el momento de que la sororidad se convierta en hechos. Las mujeres debemos tender la mano para que otras puedan subir. La transformación política viene de nuestra mano”, afirmó.