El incendio desatado hace varios días en el Cerro de la Cruz, afectó aproximadamente 24 kilómetros cuadrados de terreno, según informaron las autoridades locales. En este sentido, David Barrera, integrante del Comité de Emergencia del Gobierno de La Rioja, señaló que el fuego se originó en la zona norte del cerro, propagándose hacia el suroeste debido a condiciones climáticas adversas, como el viento zonda.
“En estos momentos se está haciendo un trabajo coordinado mediante el empleo del avión hidrante y el helicóptero, con el apoyo de un reservorio de agua de 30.000 litros”, explicó Barrera en dialogo con La Red. Las operaciones se concentran en la parte suroeste del cerro, donde la vegetación no ha sido quemada en los últimos 20 años, por lo que aumenta la disponibilidad de combustible para el fuego.
El sector norte, donde se originó el incendio, fue controlado durante el fin de semana. Sin embargo, la topografía accidentada y el difícil acceso a las zonas afectadas complican las labores de extinción. “Estamos hablando de más de 8 kilómetros lineales de difícil acceso, donde el personal desplegado ha tardado aproximadamente 3 horas en llegar caminando por dentro del río, enfrentando un terreno muy cerrado y desafiante”, detalló Barrera.
El incendio provocó desmoronamientos de rocas, lo que afectó la estabilidad del terreno y ha dificultado el trabajo de los equipos de emergencia. Además, el servicio de energía en la zona del cerro ha sido interrumpido, y el personal de EDELAR está trabajando para restablecerlo en el menor tiempo posible.
Respecto a las posibles causas del incendio, Barrera mencionó que aún se está investigando si la propagación fue resultado de una negligencia humana o de factores naturales, como el viento sonda que podría haber provocado la caída de un cable. “Todavía estamos en la etapa de atención de la emergencia, y será necesario reunir toda la información de las agencias implicadas para realizar un peritaje completo”, indicó.