
En declaraciones a Radio La Red La Rioja, Gustavo Castro, titular de la Federación Obrera de la Industria del Vestido y Afines (FONIVA) en La Rioja, expresó su preocupación por la difícil situación que atraviesa el sector textil en la provincia. Según Castro, ya se han registrado casi 45 despidos en empresas locales, incluyendo el grupo Técnico Láctex y otras compañías de manera esporádica. «Lamentablemente, la situación al día de hoy no está mejorando», afirmó.
Castro señaló que las medidas adoptadas a nivel nacional, como la reducción de aranceles para la importación de telas, están afectando gravemente a la industria nacional. «Esto es matar a la industria nacional, darle más vía libre a las importaciones», denunció. Según el dirigente, estas políticas no solo no reducirán los costos para los consumidores, sino que incrementarán el desempleo en el sector industrial. «Es imposible competir con productos importados que no pagan aranceles, impuestos, sueldos ni cargas sociales», enfatizó.
El impacto de esta crisis es especialmente grave en provincias como La Rioja, donde cada puesto de trabajo perdido tiene un efecto significativo en la economía local. «Son 40 sueldos del sector privado que ya no están circulando en nuestro circuito económico», explicó Castro, añadiendo que muchos de estos trabajadores terminan dependiendo del sistema público de salud y otros servicios estatales.
En cuanto a las negociaciones salariales, Castro calificó los recientes acuerdos paritarios como insuficientes frente a la inflación. «Solo se logró un aumento del 2% para marzo y abril, y un 1,8% para mayo. Esto no es rentable para los trabajadores», afirmó, criticando la falta de medidas efectivas para proteger al sector.
Castro advirtió que no se vislumbra una mejora en el corto plazo. «La situación es muy complicada y no estamos avizorando un panorama de mejora por los próximos meses», concluyó.