Una investigación judicial sobre falsificación de certificados médicos en La Rioja puso bajo la lupa a la profesional María de los Ángeles Jalil, una anestesióloga oriunda de Catamarca, y a su expareja, Nelson Moreno, trabajador del Hotel Naindo, en La Rioja. El abogado querellante, Carlos Zapata, brindó, en La Red, detalles sobre el caso, que involucra la manipulación de documentos médicos para justificar ausencias laborales injustificadas.
Según Zapata, Moreno comenzó a presentar una serie de certificados médicos firmados por Jalil, quien, en un principio, emitió los documentos para justificar la ausencia de su expareja debido a un supuesto problema de salud. Sin embargo, la situación tomó un giro inesperado cuando comenzaron a aparecer certificados con el sello del padre de Jalil, también médico en Catamarca, lo que generó sospechas sobre la autenticidad de los mismos. “La misma letra, la misma firma… fue evidente que los certificados estaban falsificados. Jalil firmaba los documentos con el nombre de su padre, lo que originó la denuncia”, explicó Zapata.
El abogado detalló que el trabajador presentó un total de 11 certificados médicos en poco tiempo. De esos, seis fueron firmados por Jalil y los demás por otros médicos cercanos a ella. Según Zapata, la estrategia de Moreno consistía en obtener licencias médicas para justificar su inasistencia al trabajo. “Este trabajador, que padecía de diabetes, nunca tuvo problemas para trabajar. Sin embargo, los certificados médicos indicaban que sufría de enfermedades graves que no tenía”, explicó el abogado, subrayando que la falsificación no solo afectó a la relación laboral, sino que también engañó a la patronal.
El caso se volvió aún más complicado cuando se detectó que los documentos firmados por Jalil no solo eran falsificados, sino que también se utilizaron para obtener beneficios económicos de forma ilegal. “En la investigación, se estableció que los certificados fueron utilizados para obtener licencias médicas por enfermedades que nunca existieron. Esto no es un hecho aislado, y la falsificación de documentos médicos es un problema recurrente, tanto en la provincia como en el país”, añadió Zapata.
La médica, quien trabaja en varios centros de salud de La Rioja y Catamarca, está imputada por falsificación de documentos y uso de documentos falsos, junto con el trabajador, quien también enfrenta cargos penales. “Es un caso irregular porque los documentos fueron falsificados con la firma y sello de un médico que no estuvo involucrado en la atención de este trabajador. Es muy difícil determinar la verdad cuando los médicos, por lo general, defienden su posición”, indicó Zapata.
La denuncia, presentada por la empresa donde trabajaba Moreno, permitió que se iniciara la causa penal. Sin embargo, el proceso judicial ha sido lento. “A pesar de la claridad de la falsificación, la justicia ha tardado más de un año en realizar las pericias, y aún estamos en la fase de instrucción. Esto resalta la lentitud del sistema judicial en estos casos, que podrían resolverse más rápidamente”, comentó Zapata.