Frases contundentes, anticipos de situaciones por venir, críticas a la gestión anterior y, en varias ocasiones, la misma frase: “No hay alternativa posible al ajuste”. El presidente de Argentina, Javier Milei, ofreció su discurso en las puertas del Congreso de la Nación. Sus declaraciones anunciaron unos meses complicados, marcados por ajustes y situaciones inevitables. Comienza el gobierno de Milei, y lo que se avecina “será difícil”, pero el presidente estima que “hay luz al final del túnel”.
Poco más de 30 minutos le fueron suficientes a Milei para indicar cómo serán los primeros meses de su gobierno. “Vamos a luchar con uñas y dientes para erradicar la inflación”, dijo. Pero ese concepto implica enfrentar un ajuste que “es inevitable”.
“No hay salida posible sin ajuste, y tampoco discusión entre ‘shock’ o gradualismo. Habrá estanflación, es cierto, pero no es algo muy distinto a lo que pasó en los últimos 12 años. La situación de la Argentina es crítica y de emergencia”, expresó en un tono de rigidez.
“El ajuste caerá principalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado”, es otra de las frases contundentes del nuevo presidente. También, volvió a retirar algo que ya había dicho en declaraciones a la prensa. “Lamentablemente se los tengo que decir de nuevo… no hay plata”, expresó.
“Habrá un ajuste fiscal de 5 puntos del PBI que caerá sobre el sector público”, otro punto que refleja lo que se viene. “Aún cuando hoy dejemos de emitir dinero seguiremos pagando los costos del desmadre monetario del gobierno saliente. Lo vamos a pagar en inflación”, indicó.
Respecto al presidente saliente, y también con criticas al kirchnerismo, dijo que “nos han arruinado la vida y nos han hecho caer por diez veces nuestros salarios. Por lo tanto tampoco nos debería sorprender que nos estén dejando 45% de pobres y 10% de indigentes”.
Como lo expresó varias veces, Milei fue claro al indicar que “no hay alternativa posible al ajuste. Tampoco hay lugar a la discusión entre shock y gradualismo.”. En esa misma línea explicó que “todos los programas gradualistas terminaron mal, mientras que todos los de shock -menos el de 1959- fueron exitosos. Si un país carece de reputación, los empresarios no invertirán hasta que vean el ajuste fiscal”.
“No hay alternativa al ajuste y al shock”, volvió a repetir de nuevo. “Impactará de modo negativo sobre la actividad, el empleo, la cantidad de pobres e indigentes. Habrá estanflación… Este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de la Argentina”, dijo Milei.
“No buscamos ni deseamos las duras decisiones que habrá que tomar en las próximas semanas, pero no nos han dejado opción. Nuestro compromiso es inalterable”, afirmó el presidente. “Este nuevo contrato social nos propone un país distinto en el que el Estado no dirija nuestras vidas. El que corta, no cobra”, agregó Milei.
“Prefiero una verdad incómoda a una mentira confortable”, fue otra de las frases que dijo con énfasis el nuevo presidente y de alguna manera refuerza el concepto de ajuste que se viene. También indicó que en su gobierno “no venimos a perseguir a nadie” en referencia a la clase política.
“Que las fuerzas del cielo nos acompañen en este desafío. Será difícil, pero lo vamos a lograr. Viva la libertad, carajo”, cerró Milei su discurso.