En la audiencia del juicio por el femicidio de Romina Ríos, declaró el médico forense que realizó la autopsia, Díaz Brizuela. En su relato, y entre los detalles del resultado de la autopsia, explicó que en la tráquea se encontraron rastros de hollín, lo que implicaría que al momento de ser quemada habría estado con vida.
Díaz Brizuela explicó, además, que lo que le produce la muerte por paro cardiorrespiratorio tras una agonía de 12 o 24 horas, es el sangrado interno a causa del impacto de bala recibido por la espalda. Lo que pone en duda el día exacto en el que Ortiz dispara a Ríos.
Inmediatamente después del testimonio del forense, el fiscal solicitó la suspensión de las audiencias para cambiar la carátula y sumarle, además de doblemente agravado por femicidio y su calidad de policía, alevosía. Lo que se encargó de dejar en claro Díaz Brizuela fue que si hubiese sido asistida en el instante que recibe el impacto de bala, las posibilidades de sobrevivir habrían sido altas.