
La Diócesis de La Rioja compartió este lunes el anuncio oficial del fallecimiento del papa Francisco, dado a conocer por el cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Romana Iglesia. “Con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre”, expresó en un comunicado el representante del Vaticano.
Desde la Diócesis riojana, el recuerdo del Papa argentino se sintió especialmente cercano. No sólo por ser el primer pontífice nacido en suelo sudamericano, sino también por los lazos construidos con la Iglesia de La Rioja desde sus tiempos como sacerdote jesuita. La comunidad recordó las visitas de Jorge Mario Bergoglio a la provincia —cuatro en total— como momentos fundamentales de encuentro, espiritualidad y compromiso con una Iglesia cercana al pueblo.
Una historia compartida
La primera visita de Bergoglio a La Rioja se remonta al 13 de junio de 1973. Por entonces, como parte de la Compañía de Jesús, llegó junto a otros jesuitas para participar de un retiro dirigido por el entonces obispo Enrique Angelelli. Aquel encuentro no fue solo espiritual, sino profundamente formativo. “Fueron días inolvidables, días en que recibimos la sabiduría de un pastor que dialogaba con su pueblo”, recordaría años después.
Apenas dos meses más tarde, el 14 de agosto del mismo año, volvió a la provincia acompañando al Padre General Pedro Arrupe. Allí se reencontró con la comunidad y expresó su admiración por “las mujeres riojanas guerreras, que llevan adelante las cosas de Dios con verdadero coraje”. En aquel contexto, Bergoglio, que solía bromear con ser “un poeta frustrado”, escribió unos versos sobre el alma del pueblo riojano, que aún hoy resuenan en la memoria colectiva.
La tercera visita tuvo lugar el 4 de agosto de 2006, ya como cardenal. Con motivo del 30° aniversario del martirio de Monseñor Angelelli, presidió una misa en la Catedral San Nicolás de Bari, y compartió su testimonio con la comunidad, en especial con los curas Martínez, González y La Civita, a quienes había acompañado desde sus tiempos de formación. En su homilía, resaltó la figura de Angelelli como “un hombre de encuentro” y llamó a construir una patria “libre de prejuicios, de componendas, de ambiciones, de ideologías… hombres y mujeres de Evangelio”.
Finalmente, la Diócesis recordó una cuarta visita, no oficial, ocurrida en marzo de 1978. En aquella ocasión, Bergoglio se alojó durante tres días en el Obispado de La Quebrada para predicar el retiro de ordenación de “los changos del Jefe” —los padres La Civita, Quique Martínez y Carlos González—, reafirmando una vez más su compromiso con la formación y el acompañamiento pastoral.
Agradecimiento y oración
“Como riojanos atesoramos las veces que nos visitó siendo el Padre Jorge Bergoglio”, expresó la Diócesis en su comunicado, recordando con gratitud las huellas que dejó su paso por tierras riojanas. “Un lindo regalo, un tesoro que guarda el pueblo: el aprecio de nuestro Papa, por quien una vez más nos comprometemos a rezar. ¡Que nuestros beatos mártires, principalmente tu amigo Enrique, te cuiden mucho!”.
La comunidad católica de La Rioja se une así al duelo mundial por el fallecimiento de un Papa que supo hacer del Evangelio un gesto de cercanía, ternura y compromiso con los más pobres.