Cinthia Elizabeth Gaitán fue condenada a dos años de prisión en suspenso por la muerte de Rolando Bazán. El hecho sucedió hace 9 años (2016) en las instalaciones de la Comisaría Tercera. En Radio La Red el hermano de la víctima, Mario Bazán, precisó que “los que lo mataron a mi hermano nunca fueron a declarar, desgraciadamente la justicia acciona de esta forma entonces es muy triste”. A su vez, Bazán indicó que “estaba todo muy arreglado todo esto con respecto a los alegatos porque no coincidieron los relatos de los policías, no cabe duda que estuvo todo arreglado”.
La Cámara Tercera Criminal y Correccional de la Primera Circunscripción Judicial, mediante el Tribunal constituido por los Magistrados; Dra. Edith Agüero, Rodolfo Ortiz Juárez y el Dr. Carlos Castellanos, llevó adelante desde julio las audiencias del juicio por el delito de Homicidio Culposo, el cual llego a su etapa final condenado a la acusada Gaitán.
Los Magistrados decidieron condenar Cinthia Gaitán a la pena de prisión de cumplimiento condicional, por considerarla autora penalmente responsable y culpable del delito de homicidio culposo, además de establecer conductas que debe cumplir por el término de dos años establecido por el artículo 28 del Código Penal, como no cometer nuevos delitos, fijar un domicilio y comunicar cualquier cambio, realizar trabajos no remunerados en una institución pública o comunitaria que le asigne el Juzgado de Ejecución Penal con la modalidad de cuatro horas semanales, entre otros.
“La verdad, con mucha tristeza, no estamos para nada de acuerdo con este veredicto”, comentó Bazán, quien afirmó que, pese a los años de lucha, siente que no se ha hecho justicia.
Bazán explicó que, para su familia, el proceso judicial ha sido una larga agonía de más de ocho años, y que, aunque el caso llegó a una conclusión, el dolor no se ha mitigado. “Lo que mató a mi hermano nunca pudimos declarar, así que, desgraciadamente para la familia, este fallo nos deja tristes y desilusionados”, agregó. Según él, hay un sentimiento generalizado de que las pruebas y alegatos presentados en el juicio estuvieron “arreglados”.
Aunque la posibilidad de una apelación sigue sobre la mesa, Bazán manifestó su agotamiento físico y emocional: “Han pasado nueve años, y estoy muy cansado. No sé si seguiré con esto, porque también tengo mi vida, mi familia, y es muy difícil seguir viviendo lo mismo”, expresó.
El juicio ha sido largo y para la familia Bazán, la justicia no llegó de la manera esperada. “Los verdaderos asesinos de mi hermano andan libres”, sostuvo Bazán, lamentando que, después de tanto tiempo, la verdad sobre lo ocurrido no haya salido completamente a la luz. Aun así, se aferra a su fe: “Hay un Dios, y seguramente algún día hará justicia”.