El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publicó este miércoles el índice de inflación correspondiente al mes de agosto, el cual se ubicó en un 4,2 por ciento. En la comparación interanual, el aumento es notable, alcanzando un 236,7 por ciento. Si bien estas cifras reflejan un panorama complejo para la economía, algunos analistas señalan que hay indicios de desaceleración.
El economista Nicolás Casas, en diálogo con La Red, explicó que “el 4,2% es la inflación promedio de los productos en la economía. Hay algunos que suben un 5 o 6%, otros un 2%, y algunos que incluso bajan, lo que refleja cierta reducción. Pero el promedio es del 4,2% y esto responde a una variación de la economía”.
Casas destacó que, aunque la inflación continúa en aumento, el ritmo de subida se ha estabilizado, lo cual es una señal alentadora. “Este es un buen dato, ya que se está estabilizando alrededor del 4%. Veníamos de una inflación cercana al 20% mensual, lo cual es bastante aliviador para la economía. Esta tendencia debería seguir achicándose poco a poco para ver mejoras leves”, afirmó.
A pesar de que el aumento de los precios es cada vez más lento, los consumidores aún perciben que todo sigue subiendo. “La inflación sigue aumentando, pero hay una desaceleración. No es que los precios bajen, sino que suben de forma paulatina, y los aumentos son cada vez menores”, aclaró el economista. Esto genera una sensación de alivio en algunos sectores, pero también de incertidumbre, ya que los ingresos no siempre logran equiparar la suba de precios.
Casas también mencionó que, al menos en el caso de los empleados registrados, durante los tres primeros meses del año se observó una pérdida considerable del salario real. Sin embargo, a partir de julio, hubo una leve recuperación en ciertos sectores. “Es natural que la gente perciba que todo sigue aumentando. Esa dinámica en la que a veces mejora el salario y a veces no, mientras los precios siguen subiendo, genera una sensación de incertidumbre porque no alcanza”, concluyó.