<div><font color="#000000"><b>Culturalmente venimos de una construcción donde el arte en general, la música, la danza eran sólo un hobby, porque al finalizar la secundaria debías formarte en una profesión para ´ser alguien en la vida ´, como si la formación en el arte y la cultura sería en vano, vacía o no te permitiría vivir de ello. Sin embargo, la fuerza política y la lucha gremial revirtieron ese concepto que hoy es visto como vetusto. </b></font><br></div><div><br></div><div>Desde <font color="#000099"><b>La Red</b></font>, dialogamos con <font color="#000099"><b>Lucía Saleh y Marcos Ormeño, referentes del Movimiento Riojano de Danza y la Asociación Argentina de Trabajadores de la Danza</b></font>, quienes nos brindaron detalle del camino andado, en el cual ya obtuvieron varias victorias.</div><div><br></div><div>En este sentido, Lucía Saleh, “expresó que nos organizamos en este grupo que es movilizado por la militancia y muchas aristas, entre ellas: los derechos de fomento para las artes, la danza y por los derechos laborales”.</div><div><br></div><img src="https://live.staticflickr.com/65535/52366583365_b053696ccb_o_d.jpg" alt="" align="none"><div><br></div><div><span style="background-color: rgb(255, 255, 102);"><b>“En la lucha por los derechos laborales, se conforma el gremio, la Asociación Argentina de Trabajadores de la Danza que ya tiene muchos años de militancia. En este momento el Ministerio de Trabajo adeuda la inscripción gremial, pero ya venimos trabajando hace mucho tiempo, porque como sabemos, la fuerza gremial viene de trabajar desde las bases y no de los papeles”, argumentó y al mismo tiempo definió: “El año pasado (por el 2021) ingresamos a la CTA Autónoma, y este año, el 29 de abril, se hizo un acto en Buenos Aires para darnos la bienvenida”.</b></span></div><div><br></div><div>Por su parte, Marcos Ormeño sostuvo que “la precarización sigue, pero quienes militamos, que somos una gran parte, <span style="background-color: rgb(255, 255, 102);"><b>tenemos la convicción de que si, claramente, la danza es trabajo, pero pareciera una frase cliché, porque ciertos sectores hasta se auto-precarizan al seguir aceptando instancias laborales que no son legales</b></span>”. <br></div><div><br></div><div>Marcos indicó que “es un trabajo de insistencia, no solo desde las agrupaciones sino también de cada uno, contagiando a los compañeros y compañeras con el hecho de decir que no, negar aquellos trabajos que no son pagos o que, si son pagos, pero los espacios de trabajo no son confortables para la clase de trabajos que realizamos”. <br></div><div><br></div><div>“Pareciera que somos quisquillosos, pero realmente es necesario que contemos con un buen piso salarial, necesitamos una contención edilicia, buenos climas, indumentaria de trabajo, lo básico para trabajar”, describió. <br></div><div><br></div><div align="center"><h3><font color="#000099">"Logramos acuerdos, como el de no aceptar trabajos que nos precarizan"</font></h3></div><div><br></div><div>Lucía retomó el tema y resaltó que “lo más importante que vino pasando a partir de comenzar a militar con fuerza y colectivamente, hablándonos entre nosotros, de ahí la importancia del gremio, salieron muchos acuerdos como el de no aceptar estos tipos de trabajos que nos precarizan”. <span style="background-color: rgb(255, 255, 102);"><b>“Si bien hay personas que lo aceptan, porque es muy difícil el progreso en este tipo de trabajo, ya que lo hacemos para tener un público, para que se conozca nuestro trabajo, para estar en un escenario, y al ser complicado encontrar espacios donde mostrar nuestra labor, las patronales o quienes te contraten, usan esa excusa de darte a conocer como rédito en vez de una remuneración económica”, asintió. </b></span><br></div><div><br></div><div><span style="background-color: rgb(255, 255, 102);"><b>El hablar de estas cosas, continuó Lucía Saleh, “hizo que muchos tomemos conciencia que una forma de pago no es el reconocimiento</b></span>, si bien es importante para el arte, hasta lo entendemos porque permite tu progreso, pero de esa forma no pagan por todo nuestro bagaje ya que muchos y muchas de nosotras comenzamos a estudiar desde pequeñas, es decir, hay una inversión de toda una vida de formación, en vestuario, etc.”. <br></div><div><br></div><img src="https://live.staticflickr.com/65535/52366158866_570945f8c8_b_d.jpg" alt="" align="none"><div><br></div><div>El gremio de los profesionales de la danza está presente en varias provincias argentinas, “de hecho resolvió algunos conflictos en Tucumán, en Salta, en Mendoza, etc. Ya tenemos un sistema de trabajo para luchar por los trabajadores de la danza”, indicó Marcos. <br></div><div><br></div><div align="center"><h3><font color="#000099"><b>“Algo importante que debe comenzar a pasar es hablar de lo que sucede en la danza, de los abusos laborales que existen en los espacios, de las violencias y todas esas situaciones, ya que claramente la idea es que eso se corte”. </b></font></h3></div><div><br></div><div><span style="background-color: rgb(255, 255, 102);"><b>“Esto que hablamos de cobrar es una enseñanza doble, porque por parte de nuestra comunidad que debemos hablar y reclamar y por el otro lado, desde lo institucional, lo estatal o la institución que fuese, tienen que entender que esto se debe regularizar y estar disponibles para la comunidad de la danza, no al revés”. </b></span><br></div><div><br></div><div>Lucía entendió que “si ya hay gente que alza su voz y quiere decir lo que le sucede, aunque no haga el reclamo concreto, pero sí que reconozca que no está bien, ya es un avance grandísimo”.</div><div><br></div><div>Finalizando, Marcos analizó que “venimos de esa construcción de: ´la danza no se puede vivir´ pero de ese camino ya tenemos un avance del 60%. Ya lo revertimos y estamos poniendo en práctica, de hecho, yo vivo de la danza, mis trabajos son de la danza y trato de sostener que sea así, y si bien es forzosa la carrera, comienza con estos actos de hacer presencia, y decir esto tiene que valer y esto no”.</div><div><br></div><img src="https://live.staticflickr.com/65535/52366387048_7c7f7c5366_b_d.jpg" alt="" align="none"><div><br></div><div>Por su parte, Lucía reflexionó que <span style="background-color: rgb(255, 255, 102);"><b>“de esa costumbre que ´del arte no se vive´ creo que el sistema en el que vivimos, y del sistema de trabajo llevó a eso, pero está cambiando, porque aquí en La Rioja hay muchos bailarines que se dedican a eso profesionalmente, entonces no puede ser, que tengamos dos Instituciones formales que son la Universidad y el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica en Arte y Comunicación, Profesor Alberto Mario Crulcich, formando gente para que no tenga trabajo”. <br></b></span></div><div><span style="background-color: rgb(255, 255, 102);"><b><br></b></span></div><div>Las construcciones desde la comunidad fueron escuchadas por el Estado y se comenzaron a crear políticas de Estado para la danza, “y en instituciones que ni se imaginaron que podían estar adentro; por ejemplo, ahora en Tecnópolis hay un espacio exclusivo para la danza, el Instituto Nacional del Teatro tiene un apartado especial para la danza, el Fondo Nacional, pero todo fue a partir de la militancia”. <br></div><div><br></div>Sobre la Ley Nacional de la Danza que en el 2014 había llegado a una instancia avanzada a Diputados de la Nación, tiempo después retrocedió “y hoy estamos luchando nuevamente. La ley tiene una visión federal, con muchos actores de diversas provincias, y es para la creación de un Instituto Nacional de la Danza, como ya lo tiene el Teatro el INT, y la música, el INAM”. “A nivel nacional para negociar políticas públicas no existe ninguna entidad que pueda hacerlo por la danza, es decir, no tenemos ningún área que vele por nosotros. Entonces, el Instituto haría que la danza tenga relevancia en esas negociaciones y exista un presupuesto para la danza”.<br><br>