<div style="text-align: justify;">Febrero en La Rioja, representa mucho más que un mes. Este tiempo es para los Riojanos el momento ideal para reivindicar su cultura, su historia y su música. Una caja chayera y unas coplas hacen de esta festividad un hito cultural. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">La ciudad hace semanas que se prepara para recibir a viajeros y turistas en tiempo de Chaya. Los hoteles, los comercios y diversas reparticiones prepararon sus propios Pujllay y vistieron sus instituciones para homenajear a la cultura y reivindicar las raíces ancestrales. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Ya se percibe el aroma de harina y albahaca, en las calles. Asimismo hay comercios que ornamentaron sus vidrieras en representación a esta importante festividad. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">El propósito no es solo difundir el festival sino también que por su intermedio se pueda mantener viva la historia, las raíces riojanas y ancestrales. Tal es el caso de la colonia de verano del Centro de Primera Infancia Inka Suyán, que programó como cierre de ciclo, una pequeña Chaya, con la producción de un Pujllay pintado por sus propios infantes y maestras. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">"Los invitamos a celebrar el cierre de la colonia reconociendo nuestras raíces y manteniendo viva nuestra historia", narra la carta de invitación del jardín. Allí los pequeños no sólo jugaron con harina, espumas y agua, sino que también compartieron un almuerzo con comidas típicas, con la presencia de la tradicional empanada Riojana. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">En este sentido, La Rioja en febrero, es sinónimo de celebración, de encuentro y diversión.</div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><b>La Chaya, en los ojos de los turistas</b></div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">Juan y María son de Santiago del Estero y hace dos días llegaron a la capital.</div><div style="text-align: justify;">"Es la primera vez que venimos para el festival, tenemos parientes y amigos pero por nuestros trabajos nunca podíamos coincidir para ir al evento". Comentó Juan. </div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">"Siempre nos cuentan de los topamientos y los encuentros Barriales, creo que nuestros primos ya nos organizaron un tour por las chayas. Pero lo que más nos llama la atención son los locales, los comercios cómo se preparan y ornamentan sus locales".</div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;">"Esta mañana fuimos a dos supermercados y tenían su muñeco en la puerta con una caja chayera y un cartel que decía Viví la Chaya. Entramos a un negocio más chico y adentro había combos de harina, vino, y en la caja había albahaca cómo símbolo de fiesta" subrayó asombrada María.</div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><br></div><div style="text-align: justify;"><br></div>