Escribe; Valentina Urus
La exitosa película de Netflix que se estrenó el 4 de enero y retrata la tragedia de los Andes arrasa en reproducciones, convirtiéndose en la película más vista desde su estreno.
“El 13 de octubre de 1972, un avión uruguayo se estrelló en la cordillera de los Andes. A bordo viajábamos 40 pasajeros y cinco tripulantes. Unos dicen que fue una tragedia. Otros hablan de un milagro. ¿Qué pasó realmente? ¿Qué pasa cuando el mundo te abandona? ¿Cuándo no tenes ropa y te estás congelando? ¿Cuándo no tenes comida y te estas muriendo? La respuesta está en la montaña.”
Así nace la premisa de La sociedad de la nieve, película basada en la novela del mismo nombre del escritor y periodista uruguayo, Pablo Vierci, quien recogió durante años los testimonios de los supervivientes del desastre, formando un relato más fidedigno de los hechos, y dirigida por el español J.A. Bayona. La misma ya fue preseleccionada para las premiaciones de los Oscar como mejor película Internacional, mejor maquillaje y peluquería, mejor banda sonora y mejores efectos especiales.
En 1993 se realizó ¡Viven!, una versión estadounidense de los hechos que interpelan a las regiones del rio de La Plata, y sin desmerecer la obra, hoy América Latina festeja que la historia de los Andes haya sido contada en su lengua natal, con actores argentinos y uruguayos que se pusieron en la piel de los deportistas protagonistas de la tragedia de los Andes. Los mismos intérpretes se tomaron tan en serio su trabajo que accedieron a ganar y perder peso de acuerdo como la película lo ameritaba, tal es el caso de Simón Hempe, quien adelgazó 23 kilos para hacer el papel y su historia se volvió viral en redes sociales.
Asimismo, la película destaca por su nivel de realismo. Muchos aficionados pudieron corroborar cómo el maquillaje de los personajes precisaba los detalles médicos que estaban atravesando: la orina negra, los ojos como “signo del mapache”, las úlceras y los signos de congelamiento e inanición fueron los detalles que encantaron.
Por otro lado, bajo la dirección de Juan Antonio Bayona, la película pone en juego una representación más introspectiva y emotiva de la experiencia de los supervivientes. Se enfoca en los dilemas éticos, las relaciones interpersonales y las emociones humanas en medio de la tragedia, ofreciendo una exploración más profunda de la psicología y la resiliencia humana.
La solidaridad, el trabajo en equipo, la amistad y el constante acompañamiento de los sobrevivientes cuando “el mundo te abandona” son los principales componentes que conmovieron a los espectadores. La película, en su sensibilidad, busca resaltar en todo momento que, si hubo 16 sobrevivientes en la tragedia, fue gracias al esfuerzo colectivo, inclusive de los que más rápido partieron.
“No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos”.
En su afán por darle voz a aquellos que no habían vuelto, es que Bayona elige como protagonista y narrador a Numa Turcatti (Enzo Vogrincic), lo cual no solo simboliza el esfuerzo de aquellos que no sobrevivieron, sino que también funciona perfectamente para contar cómo la esperanza y la perseverancia de algunos sirvió como motor para el resto de los sobrevivientes.
En su reseña, Juan Carlos Gonzalez destaca que Bayona se aferró al espíritu de comunidad que hay en el alma de cada ser humano, rompiendo con el mito del “sálvese quien pueda” utilizado en muchas obras de la misma índole, para darle lugar al surgimiento de la solidaridad; la entrega; el sacrificio personal; el gesto de ayuda que nos hace definitivamente humanos y que nos permite trascender: pervivir en un otro.
Incluso, el tema de la antropofagia es abordado con mucho respeto, entendiendo en todo momento que fue por mera supervivencia y necesidad extrema. La antropofagia termina convirtiéndose en otro acto de generosidad más que los unió a todos en un nuevo contrato social en donde los que fallecían podían seguir ayudando a los sobrevivientes y viviendo dentro de ellos.
Roberto Canessa, quien en el momento del accidente tenía apenas 19 años, recordó en una entrevista que: “En la montaña vi gestos de generosidad y entrega como jamás volví a ver en mi vida. Y esos gestos, en participar de gente malherida, que sabía que moriría, te obligan a dar todo de ti, hasta la última gota de tu sangre”
Si todavía no la viste, podés disfrutarla en la platorma de Netflix.