Entre las reformas que plantea la ley ómnibus se incluye la quita del fondo especial a las bibliotecas populares, que surge de un porcentaje de los premios de la Lotería Nacional. Además, el proyecto dispone que se clasifique a las bibliotecas según la cantidad de obras que tienen, el movimiento diario de esas obras y las actividades culturales que desarrollen.
Asimismo, dependerán de los subsidios que el Congreso les otorgue y para obtenerlos, se deberá acreditar “la necesidad social de los servicios en la zona de influencia de la Biblioteca Popular”, “las necesidades específicas para el crecimiento de las bibliotecas más carenciadas” y “el mayor esfuerzo” realizado en la prestación de servicios, según el proyecto de ley que se debatirá en el Congreso hasta e 31 de enero en sesiones extraordinarias.
El proyecto afectará a las más de 1.500 bibliotecas populares del país e impactará en el fomento de la lectura y otras actividades socioculturales, al tiempo que perjudica a una entidad con un modelo de funcionamiento único en todo el mundo, como lo es la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), la cual lucha por la inclusión de la comunidad a las bibliotecas.
La Conabip es el organismo madre que ‘protege’ a las bibliotecas populares. Tiene más de 150 años y nació junto con la creación de las bibliotecas populares durante la presidencia de Sarmiento. Tal como se establece por ley nacional, los fondos destinados exclusivamente a los subsidios provienen de un porcentaje de los impuestos a las loterías y juegos. No forman parte de un presupuesto del Estado.
La Red La Rioja dialogó con el director de la Biblioteca Mariano Moreno, Diego Ocampo, quien explicó que con la ley ómnibus se quitaría el principal financiamiento a las bibliotecas populares: “Sin ese financiamiento en principio quedarían muchas bibliotecas sin ningún tipo de respaldo económico”
“Vamos a depender únicamente de lo que disponga el presidente y el Congreso. No vamos a tener ningún tipo de fondo y además se quita participación a las bibliotecas y a las provincias dentro del sistema de Conabip, que es federal, dónde cada provincia tenía su representante”, explicó.
La iniciativa legislativa prevé eliminar además las tarifas reducidas a los servicios públicos para las Bibliotecas Populares así como los beneficios de gravamen fiscal.
Opampo explicó que también se promueve la desaparición de la Junta Representativa, es decir un órgano federal dentro de la Conabip. Hasta ahora la Junta estaba compuesta “por un representante por provincia y uno por la Capital Federal”. Si se aprueba el proyecto, el organismo estaría a cargo de un presidente, un secretario y cinco vocales designados por el Poder Ejecutivo Nacional, y solo el primero sería remunerado por sus tareas.
Entre las principales preocupaciones, se teme el impacto que tendrá en el fomento a la lectura y al acceso a literatura, bibliografía y libros: “Hoy un libro está alrededor de 15mil pesos y desde los clubes de lectura se buscaba que todos tengan acceso a un libro de forma gratuita y se permitía hasta llevarlo a su casa por solo $300 al mes. Esto se ve perjudicado porque hay muchas bibliotecas que están en zonas muy alejadas del país. Entre las montañas. Acá en La Rioja hay bibliotecas en Vinchina, Chepes, Santa Vera Cruz”, explicó, y agregó que: “tampoco se incorporarán nuevos libros y las actividades también se ven perjudicadas, como talleres, charlas, inversiones y proyectos”.
En la ciudad Capital de La Rioja hay cerca de 6 bibliotecas populares que funcionan de forma activa, pero también hay bibliotecas en zonas remotas del interior y en varios pueblos como Chamical, Chepes, Vinchina, etc.
“La principal actividad diría que la conservación bibliográfica del patrimonio riojano, la mayoría de los libros de La Rioja están desde su fundación, y eso implica su difusión para compartirlo con toda la población”, indicó.