Un repaso por algunos de los espacios que construyen cada lista, desde La Cámpora que respalda a Jorge y compañía, hasta las caras más características del menemismo pampeano, que se inclinan por Verna.
COMPROMISO PERONISTA
CRISTINA Y SCIOLI. La presidenta y el gobernador bonaerense, en diferentes estilos y con distintos entusiasmos, terminaron metiéndose en la interna. El acto de hace diez días resultó vital para las aspiraciones del jorgismo, según reconocen propios y extraños. El alineamiento con el espacio de Compromiso Peronista fue sin disimulos, especialmente a partir del discurso de Cristina cuestionando la interpretación de la política como “una calesita para que giren siempre los mismos caballitos”.
OSCAR MARIO JORGE. El gobernador lidera el sector de Compromiso Peronista. Decidió jugar tan a fondo en la apuesta que él mismo hizo que se propuso como candidato a intendente de Santa Rosa, aun luchando contra la contradicción que significa su permanencia en cargos públicos respecto del discurso del “trasvasamiento generacional”. Tracciona votos en la capital provincial a partir de la buena imagen que perdura de su Intendencia, sobre todo en comparación con las gestiones de quienes lo sucedieron.
FABIÁN BRUNA. El secretario de Asuntos Municipales terminó siendo el nombre elegido por los referentes de Compromiso Peronista. En algunos ámbitos resultó una sorpresa, pero entre los jefes comunales del espacio su designación se venía masticando desde hace tiempo. De a poco, fue elevando el tono de sus diatribas contra el viejo PJ. Es un histórico dirigente del riñón jorgista y representa a otra generación, ya que tiene 45 años.
RAÚL ORTIZ. Cobró un alto perfil en la campaña, sobre todo en Santa Rosa, donde es candidato a viceintendente. Como ministro de Bienestar Social invirtió recursos para instalarse. Es otro de los dirigentes más cercanos al gobernador Jorge. En la pelea interna, entre dirigentes y militantes del peronismo, es “amado” y “odiado”.
FACUNDO SOLA. El intendente de Realicó encabeza la lista de diputados provinciales y fue desde el inicio uno de los principales referentes del espacio Compromiso Peronista. Una de las esperanzas del sector es el desempeño electoral en la localidad que gobierna. Fue uno de los primeros que dio el paso para romper con el vernismo.
ARIEL ROJAS. Otro de los referentes centrales entre los intendentes de Compromiso Peronista, en su caso va por la reelección en el cargo. No es casual: el jorgismo sabe que Toay será otro de los lugares fundamentales a la hora de contar los votos. La ciudad fue “niña mimada” de la gestión jorgista y escenario del cierre de campaña del oficialismo.
JORGE CABAK. El intendente de Macachín busca la reelección. La localidad es la más importante del sur de la provincia, después de Acha. Cabak se inclinó por el jorgismo después de algunos cabildeos y el desempeño electoral también puede resultar influyente en los resultados finales.
LA CÁMPORA. El sector que comanda Máximo Kirchner y que más llegada tiene a la presidenta está jugando a fondo con Compromiso Peronista en la interna. En La Pampa, Luciano Di Nápoli integra la lista de diputados provinciales, y además pone la cara la diputada nacional y candidata a senadora María Luz Alonso. Es uno de los sectores que amplifican el discurso del “trasvasamiento”.
OTROS SECTORES. Jorge Lezcano, desde el gremialismo, y Heriberto Mediza, funcionario nacional kirchnerista, son dos de los dirigentes que aparecen alineados en el oficialismo. Lezcano es candidato a diputado provincial, pero tuvo en campaña una misión singular: mejorar el desempeño oficialista en General Pico. Mediza es candidato a diputado nacional para las PASO de agosto.
PERONISMO PAMPEANO
CARLOS VERNA. Es el candidato a gobernador y líder de la coalición que se conformó priorizando intereses provinciales. Basándose en el viejo PJ pampeano, renegó de un liderazgo nacional, pese a que en su momento tuvo coqueteos con Sergio Massa y a que el espacio pretendió interpretar un apoyo de Scioli, que terminó desmentido por la realidad. Desde la oposición al Gobierno Nacional, las circunstancias forzaron un discurso confrontativo con la presidenta, a quien terminó reprochando sus aires de “hada madrina”.
RUBÉN MARÍN. Deshojó la margarita para ver con qué sector se alineaba y, disconforme con los espacios que le otorgaba el oficialismo, eligió el carril vernista. Acomodó a su hijo Espartaco Marín en la lista de diputados provinciales y repitió la necesidad de la “unidad” del partido, pero fracasó en el cometido de lograrla. Tras las derrotas internas de 2007 y de agosto de 2013, busca ahora sostener lo que fue quedando de Convergencia, con Mariano Fernández como precandidato a vice.
ROBERTO ROBLEDO. Es la pata gremial de “Peronismo Pampeano”. En las elecciones de 2013 participó en la interna con la idea de la reelección, pero sacó menos del 4% de los votos. Sin embargo, conserva una estructura de poder a partir de ser referente de un gremio pesado como UOCRA. Creó el Nuevo Espacio de Participación, en el que se destacó su hija Liliana Robledo, al romper con la gestión de Larrañaga.
JUAN CARLOS TIERNO. Otro referente justicialista que hasta último momento esperó que el jorgismo pagara mejor su alineamiento. Cuando esa negociación no llegó a buen puerto, cambió de bando. Abandonó el partido que él mismo creó, Comunidad Organizada. Condenado y todo, va otra vez por la Intendencia, seguro de que en un sector de la sociedad todavía prende su discurso mano dura. También se aseguró cargo para la familia: Sandra Fonseca es precandidata a diputada en un lugar expectable. Si la sentencia queda firme, se verá impedido de ocupar cargos públicos.
LUIS LARRAÑAGA. Terminó alineado en la alianza del viejo PJ pese a sus coqueteos con Compromiso Peronista. Va por la reelección en un cargo donde sufrió severos cuestionamientos, al que llegó tras vencer al Frente Pampeano, pero luego de una interna traumática con denuncias de trampas. Pone en juego su capital político, con el respaldo fundamental del marinismo santarroseño. Si queda tercero, se queda sin nada.
DAVID BRAVO. Un vernista de pura cepa, siempre ahijado político del senador Verna. Pone en juego su reelección, en una comunidad floreciente en lo económico por el boom petrolero, pero al mismo tiempo sacudida por los escándalos políticos y, a veces, los hechos de violencia. Bravo fue condenado en una causa por abuso de poder y está seriamente involucrado en otras investigaciones. Cuando quede firme la sentencia en su contra, se vería impedido de ocupar un cargo público.
OSCAR ÁVILA. Es uno de los tres candidatos que el vernismo tiene en General Acha, como consecuencia de una de las vedettes de campaña, las “colectoras”. Fue condenado por el Poder Judicial, pero paradójicamente volvió al juego político porque se vio beneficiado por el indulto del gobernador Jorge. La ciudad de Acha es clave en las ambiciones vernistas.
TATO GONZÁLEZ. Una de las caras más “nuevas” de la alianza liderada por el vernismo. Va por su reelección en Eduardo Castex, que se convierte así en otro punto fundamental a la hora de los resultados electorales. En algún momento formó parte de Compromiso Peronista, pero después fue leal a Verna.
OTROS SECTORES. Verna logró en su campaña que algunos dirigentes que parecían alejados de la política hicieran apariciones proselitistas. Eso incluye, especialmente, a algunas caras que representaron al menemismo en los ‘90, desde Jorge Matzkin hasta Luis Galcerán, pasando por Néstor Alcala y otros integrantes de la llamada “Banda de los Pampeanos”.
Fuente: El Diario de La Pampa